Reseña | ‘Trigal’
Un coming of age que se separa de las convenciones del género.

Durante el verano, Sofía de trece años se traslada a la casa de campo, donde su prima Cristina la espera para pasar las vacaciones. Durante estos días de juegos y descubrimientos las dos se verán sumergidas en un triángulo amoroso con un hombre casi veinte años mayor. Su desenlace marcará el paso de la pubertad a la adolescencia de ambas.
El coming of age es un género que usualmente sin importar el contexto en el que se desarrolle su historia y en el que convivan sus protagonistas, acaba en una nota positiva, esperanzadora, optimista por el futuro. Es prácticamente parte de sus características siempre dejar a la audiencia con esa sensación de que después todo estará bien, pero no todas las películas de este género deben seguir esta regla, Trigal de Anabel Caso, que llega este fin de semana a salas de cines del país, es una de ellas.
Aunque el el deseo de las mujeres y niñas se ha explorado reciente aún hay muchas perspectivas que no se han contando ni en el cine ni en otros medios, Trigal es una oportunidad de ver el crecimiento de las mujeres desde un punto de vista más incómodo que lo que solemos ver. Caso nos lleva a una parte de México en la que el tiempo no parece estarse moviendo, bien podría ser en el presente o 30 años atrás, el tipo de pensamiento de su población sigue siendo extremadamente conservador que favorece a los hombres, sin embargo quienes más conviven entre sí en realidad son las mujeres.
Es por esto que Trigal se convierte en una tragedia, pues son las mujeres quienes intentan proteger a las niñas de los peligros que conllevan comportamientos ‘inapropiados’ de su edad y/o su género. Sin embargo el limitar sus expresiones y deseos las empujan a desarrollarlos en secreto, lo más lejos posible de quienes puedan reprimirlas y por consecuencia se involucran en situaciones que sí las ponen en grave peligro. La seguridad y compañía que tanto esperan impartir a sus hijas se convierte en desconfianza.
Pero esto no es decir que Caso está culpando, responsabilizando o revictimizando a las mujeres por los abusos que sufren. La directora nos hace cómplices de sus dos protagonistas y desde esa perspectiva exterior somos capaces de ver que sus decisiones y sus consecuencias no podrían existir si no fuera porque el sistema en el que viven lo permite o incluso así lo dicta. Caso nos muestra como funciona este ciclo de violencia en el que las mujeres son las víctimas, pero se les califica como las únicas culpables de los actos de los hombres, hasta entre ellas mismas y al crecer repiten los mismos patrones. Con la falta de insistencia en posicionar su historia en una época en particular, Caso nos recuerda que este no es un problema del pasado sino que sigue impactando en el presente.
Trigal es una película muy incómoda, difícil de ver en sus escenas más fuertes y es de un ritmo pausado. Si a esto le sumamos que hay momentos en los que Caso divaga tratando de hacer metáforas, el público llegará a sentir pesadez. Simplemente hay que dejar claro que no es una película de entretenimiento, que la directora le exige al público paciencia para llegar al punto de su historia. Con una dirección firme que busca tanto la ternura como la crudeza de sus imágenes, sumada a las actuaciones de Emilia Berjón Ramírez y Abril Michel, Caso nos entrega un coming of age que nos confronta con la realidad de muchas niñas cuya llegada a la adolescencia está plagada de abusos e injusticias.
Dirección y guion: Anabel Caso
Elenco: Emilia Berjón, Abril Michel, Alberto Guerra, Nicolasa Ortíz Monasterio, Úrsula Pruneda, Gerardo Trejoluna y Memo Villegas
Cinéfilo, crítico, swiftie y procrastinador profesional.