Veinte años atrás, Pancho Reyes, un próspero y “aspiracionista” clasemediero, abandonó su pueblo y se olvidó por completo de su numerosa y empobrecida familia. De manera inesperada, un día recibe la noticia de que su abuelo, Don Francisco Reyes, un viejo y rico minero, ha muerto y que él es uno de sus posibles herederos. Motivado por la avaricia y acompañado de su mujer, sus hijos y su sirvienta, Pancho viaja al remoto y ruinoso pueblo de La Prosperidad, para al fin rencontrarse con su muy resentida familia. Pero la presencia de Pancho, que siempre fue el favorito del abuelo, y al que todos sus parientes consideran un arrogante, ingrato y malagradecido “fifí”; y la posibilidad de que sea uno de los herederos, despiertan la envidia, el rencor y el odio guardado por tantos años, ocasionando una batalla campal. Una guerra a muerte por la herencia en la que todo se vale entre Pancho y su esperpéntica y folclórica familia: Los Reyes de La Prosperidad.

El director mexicano Luis Estrada había contemplado el retiro luego su última película, La Dictadura Perfecta, que se estreno hace 9 años, sin embargo el estado político y social de México lo llevó a ponerse detrás de la cámara para hacer uno más de esos incisivos comentarios que ha hecho a lo largo de su filmografía. Es así como se dispuso a crear ¡Que Viva México!, una proyecto que le tomó años levantar y que incluso se ha convertido en el único que ha realizado sin apoyo gubernamental, pura financiación privada y una vez realizada y lista para ser vista, el cineasta decidió detener su estreno en Netflix y llevar la película a cines. Lo logró y esta gran odisea para que ¡Que Viva México! llegue a los ojos de todo México se termina este fin de semana. ¿Por qué era tan necesario para Estrada que su película tuviera una distribución de esta magnitud?

El pueblo es bueno y sabio es tal vez una de las frases más repetidas por el presidente en turno cuando se trata de defender la razón de sus decisiones. Una, de varias, frases que impulsan una idea de que la gente que no es parte de la elite del país es la más consciente y bondadosa. Pero esto no podría estar más alejado de la realidad y Estrada nos lo demuestra al presentarnos a los Reyes, una familia numerosa que cada miembro tiene un rasgo en particular que, para bien o para mal, los distingue del resto.

Los Reyes engloban los peores rasgos de la sociedad mexicana, desde el machismo el racismo, la homofobia, la idealización del narco, la normalización de la violencia contra la mujer y hasta lo que resumen los siete pecados capitales, todos esos males que nacen de la ignorancia ¿Qué nos quiere decir Estrada? ¿Qué el pueblo mexicano es despreciable e ignorante? Casi, pero no, esa sería una interpretación superficial y cerrada de ¡Que Viva México!, Estrada no nos presenta a sus personajes como personas malignas, sino como personas complicadas. Sí, el comportamiento de los Reyes es reprobable cuando ven por sus intereses individuales, sin embargo no dejan de ser una familia unida, que aún en las peores situaciones se mantienen juntos y buscan el bienestar de todos, esta familia es un reflejo completo de los mexicanos, con todas sus virtudes y sus defectos.

Con más de tres horas de duración, Estrada se toma su buen tiempo para revelar las intenciones de ¡Que Viva México!, es casi en el último tramo en el que nos muestra como los insensatos conflictos entre los Reyes dan paso para que otras personas más poderosas se aprovechen de lo que tienen. De esta manera, Estrada nos reafirma que a pesar de la polarización en la población por cada quien defender su punto de vista acerca del supuesto o verdadero cambio que estamos atravesando, entre las autoridades y la elite las cosas permanecen igual. Sin embargo, para ese punto muchos en la audiencia ya se habrán quedado con cierta idea de lo que va el discurso de Estrada, pues hasta se puede decir que en su representación del pueblo mexicano, lo negativo supera a lo positivo. Y es que si bien Estrada pretenden incomodar con su discurso que ataca al gobierno actual, en realidad no está diciendo nada que realmente sorprenda, confronte o incluso ofenda a alguien en la audiencia, su discurso son cosas que ya se han dicho muchas veces antes aunque tal vez no en el cine.

Lo que sí incomodará y dará mucho de hablar es su ejecución, pues desde un inicio es notable que el humor que Estrada maneja es ya anticuado, es de un tipo de cine que sólo él sigue realizando, pero que tiene décadas que el resto de los cineastas mexicanos dejó atrás. Este tipo de humor no será del agrado de todo el público, en especial los más jóvenes, por su visión de los mexicanos que arraiga muchas ideas del pasado y aunado al ritmo pausado que lleva la película, se encontrarán con una experiencia no muy agradable. Habrá quien absorba el tono, comulgue con las ideas expresadas y pueda disfrutar de la película, pero esto no significa que hayan aprendido algo más allá de lo que ya piensan.

Es notable que ¡Que Viva México! fue el proyecto más ambicioso de Luis Estrada y que puso gran esfuerzo en este, lo mismo podemos ver en su elenco del que destaca el trabajo de sus protagonistas Alfonso Herrera y Ana de la Reguera y por supuesto Joaquín Cosio y Damián Alcázar ambos interpretando a tres personajes distintos, Ana Martín y Angelina Peláez también hacen muy buenos trabajos. Todos tienen una habilidad muy natural de sacarle una risa al público aunque sea con una expresión. Lástima que todo el empeño se queda en una película que dará mucho de que hablar, que causará polémica, pero no por las razones que el director pretendía.

Dirección: Luis Estrada
Guión: Jaime Sampietro y Luis Estrada
Elenco: Alfonso Herrera, Ana de la Reguera, Joaquín Cosío, Damián Alcázar, Zaide Silvia Gutiérrez, Enrique Arreola, Alex Perea, Mayra Hermosillo, Luis Fernando Peña, Sonia Couoh, Cuauhtli Jiménez, Fermín Martínez, Vico Escorcia, Natalia Quiroz, José Sefami, Adriana Louvier, Mauricio Isaac, Leticia Huijara, Salvador Sánchez, Ana Martín y Angelina Peláez.

2 pensamientos sobre “Reseña | ‘¡Que Viva México!’

  1. Igual de vacua la reseña que la película, cómo dices que los personajes del pueblo «son complejos»? En las 3 horas, Estrada nunca profundiza en el anima de ninguno de ellos, no sabemos nada de la familia ni por qué son así, son personajes unidimensionales, caricaturescos y trillados. Bastante mala cinta.

  2. Me parece que pocos podran reconocer que en esta película es más el mensaje para la sociedad, esa sociedad que prefiere estar atado en su zona de confort (como está sea del nivel que sea) que unirse por el bien común, ya no se une para progresar y está esperanzada a qué el político o el gobierno hagan por el, lo que solo el ciudadano podrá construir, unido y organizado para el bien de su comunidad.
    Y los políticos avaros y sin llene, hacen todo, pero menos lo que es necesario y justo para su comunidad a la que un día regresarán y sin nada.

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