Reseña | ‘John Wick 4’
Pocas franquicias pueden llegar a la cuarta entrega y seguirse superando.

John Wick aún se encuentra escapando de La Mesa Alta y todo lugar en donde aparece es destruido y toda persona a la que contacta termina siendo castigada. Sin nada que perder ni ganar más que su propia vida, Wick se dispone a buscar una forma de recuperar su libertad. Una oportunidad aparece cuando el Marqués de Gramont es encomendado a detenerlo sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo. John tendrá que luchar contra este hombre en un duelo del que solo uno puede salir con vida.
En 2014 se estrenó la primera entrega de John Wick, una película que sorprendió al mundo entero por el estilo de su acción, su personaje principal y el mundo construido a su alrededor. Era tan buena que la idea de una segunda entrega parecía el camino a arruinar algo perfecto, llegó esta secuela y resultó ser aún mejor. Entonces se anunció la tercera y pensamos que ahora sí, se perdería el efecto. Pues no, también fue una mejor película que sus antecesoras. Tres es un número perfecto, pocas trilogías pueden presumir de una parte final perfecta y John Wick ya la tenía. Pero el final nos prometía que la historia de John no estaba acabada y la cuarta parte era inminente. ¿Cómo podría haber otra película sin que esta perdiera ya el encanto? Ninguna franquicia llega a la cuarta entrega sin que se sienta el deterioro del producto. ¿Es esto lo que pasa con John Wick 4? Pues ya podemos comprobarlo ahora que ha llegado a cines este fin de semana.
Obviamente todos aquellos que dudamos del poder de Keanu Reeves y Chad Stahelski debemos pedir perdón por nuestra carencia de confianza en que lo darían todo para entregarnos una película perfecta y que superara a las entregas anteriores. John Wick 4 no se merece nada más que elogios. A lo largo de las entregas anteriores hemos visto como Stahelski siempre apunta por más, más acción, más violencia, más de lo que sea, pero en John Wick 4, el director expande cada elemento que caracteriza a la franquicia hasta el punto en que se convierte en una épica maximalista.
Al contrario de las dos entregas pasadas y más similar a la primera, John Wick 4 no empieza con la acción hasta el tope y en lugar de eso Stahelski utiliza los primeros minutos para contextualizar lo que está sucediendo en la historia, a introducir nuevos personajes cuyas historias se verán impactadas por la presencia de John. Una vez que ya los conocemos y entendemos hacia donde se dirige la trama, entonces sí, ahí empieza lo que más queremos ver, la acción. Stahelski recompensa nuestra paciencia con una larga secuencia de acción que nos sorprende como siempre por el trabajo de los dobles de riesgo y justo cuando creemos que ha llegado a su fin, comienza otra secuencia aún más emocionante y esto se repite al menos un par de veces hasta que esta primera fase de acción utiliza una buena parte del metraje.
Stahelski nos deja descansar de la adrenalina mientras la historia sigue avanzando y seguimos conociendo más detalles de este mundo, luego nos introduce de nuevo a la acción, repitiendo este ciclo que mantiene al público enganchado a la pantalla, maravillado con las complicadas coreografías y la bella fotografía. Y cuando pensamos que ya habíamos visto lo más impresionante, el cineasta y su equipo siguen encontrando formas aún más creativas de ejecutar estas secuencias, que sigan innovando, que cada una tenga una característica que las distinga del resto y así no solo se disfruten al momento de ver la cinta, sino que se puedan recordar mucho tiempo después de que se haya terminado.
Los dos primeros tercios de John Wick 4 están a la par de las entregas pasadas, sin embargo es cuando llega al tercer acto donde esta película se vuelve épica. Todo lo que vimos en las dos horas anteriores queda opacado por las secuencias finales de la cinta, que de por sí empiezan en un punto fuerte, la siguiente es mejor y la siguiente es aún mejor. Stahelski deja volar su creatividad, apunta su ambición a lo más alto y logra dar al objetivo, nos regala unas cuantas escenas que aún a unos días después de haber visto la película no puedo creer que son reales y tal vez fueron un sueño. Stahelski y su equipo han creado para esta película algunas de las mejores secuencias de acción en la historia del cine. Sí, eso es poner la expectativa hasta el cielo, sin embargo no puedo decir nada más que ver para creer.
Pero no todo en John Wick 4 es acción, de hecho en ninguna de las películas lo es. A lo largo de esta saga hemos visto la historia de un hombre que al perderlo todo toma una serie de decisiones que desencadenan hechos más y más allá fuera de su control, John Wick es ante todo un gran relato que nos advierte que toda decisión tiene una consecuencia y en especial que las malas decisiones tienen las peores consecuencias. Si bien cuando se trata de la acción, Stahelski se deja llevar por el humor, cuando se trata de contar la historia de John es casi completamente sobrio y en esta cuarta entrega explora a mayor profundidad la forma en que sus acciones ya no solo le afectan a él sino que han tenido un grave impacto en las vidas de todos con los que apenas y ha cruzado mirada. Así es como John Wick 4 se convierte en una cruzada para este anti héroe no para salvarse a sí mismo, sino para enmendar el daño que ha causado a todos a su alrededor, es conmovedor ver como este personaje cuyo ego muchas veces se cruzó en su camino pasa a ser capaz de luchar por el bienestar de los demás.
Y es que es imposible no mencionarlo, así que cualquiera que tema a la más mínima implicación de spoilers debería dejar de leer aquí, pero John Wick 4 es un final perfecto para una saga perfecta. Ya no quedaba más a donde ir, por supuesto que en cuanto a la acción puedo confiar en que Stahelski habría pensando en como superarse, sin embargo la historia de John no podía seguirse expandiendo, necesitaba una conclusión y aquí le dan la mejor posible, cualquiera que este siguiendo con pasión esta historia ya debería saber cual es la conclusión, pero aún así puedo asegurarles que eso no te prepara para el golpe sentimental que son los últimos minutos de esta película.
Hasta ahora solo he alabado el trabajo de Stahelski, pero claro que hay que hablar más de Keanu Reeves ¿Qué sería de John Wick sin Reeves? Absolutamente nada, este hombre es el alma de la franquicia, no solo porque ha puesto su cuerpo y vida en peligro constantemente solo para que estas secuencias de acción puedan llegar a la pantalla, sino también por todo lo que ha hecho con el personaje con su actuación. Es un trabajo muy físico, por las peleas claro y porque Reeves siempre ha dejado que su cuerpo sea el que hable, incluso si es con la más mínima expresión facial, para dejarnos conocer un poco de quien es Wick, lo que piensa y lo que está sintiendo, también nos hace saber que es un hombre de pocas palabras, pero que cuando las usa es contundente. No hay que subestimar el talento de Reeves, lo que sabe hacer lo hace excelente y John Wick, en especial en esta entrega, es quizá la mejor interpretación de su carrera.
Claro que también quienes lo acompañan merecen reconocimiento, Laurence Fishburne e Ian McShane siempre agregaron algo de carisma y encanto con sus actuaciones exageradas. El recién fallecido Lance Reddick tiene una participación corta en esta entrega, pero aún así vale la pena mencionar que su personaje siempre fue de los más agradables. Entre las adiciones al elenco destacan Rina Sawayama en un gran debut en actuación, Hiroyuki Samada, Shamier Anderson, Scott Adkins como un villano absurdo y Bill Skarsgård como uno temible, pero la mejor adición es sin duda es Donnie Yen quien trae el mismo nivel de carisma y empeño en el trabajo físico que Reeves. Sin estos y muchos otros personajes, el universo de John Wick no estaría completo.
¿Qué más se puede decir de John Wick 4? Es una obra maestra, de las que nacen del puro amor de sus realizadores y todos los involucrados, lo podemos notar en cada escena, en cada toma, se respira esa confianza en que están realizando un trabajo más que excepcional. En el cine de acción actual pocas franquicias se le comparan y muy pocas pueden presumir de haber llegado a la cuarta entrega y no solo haber mantenido un nivel de calidad sino superarlo, temo que nunca más tendremos algo igual en el cine de acción, una saga con un mundo tan rico, con personajes tan especiales, con una historia tan sólida y un mensaje consistente.
A Hollywood le hacen falta más cineastas como Stahelski que estén dispuestos a mejorar sus habilidades y demostrarlo no para presumir sino para que la gente pueda disfrutar de una película excelente. También hacen falta estrellas como Reeves que de verdad sientan una fuerte pasión por lo que están haciendo, que amen sus proyectos y sean el motor que impulse a todos sus compañeros para que hagan su mejor trabajo.
Por esto y mucho más razones la saga de John Wick siempre será única en su especie, habrá quien trate, y han tratado, de replicar su encanto, pero han fallado miserablemente por no entender lo que de verdad hace tan especial a estas películas, algo que ya he mencionado muchas veces en esta reseña y ya debería haber quedado claro. Que John Wick haya llegado a su final es triste, sí, pero ahora solo nos queda disfrutar de su legado.
Dirección: Chad Stahelski
Guión: Shay Hatten y Michael Finch
Elenco: Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Lance Reddick, Ian McShane, Bill Skarsgård, Donnie Yen, Hiroyuki Sanada, Rina Sawayama, Shamier Anderson, Scott Adkins, Natalia Tena, Marko Zaror y Clancy Brown
Cinéfilo, crítico, swiftie y procrastinador profesional.