24 de septiembre de 2023

Como parte de la conmemoración de los 30 años de su álbum más exitoso El Amor Después Del Amor, Fito Páez había iniciado una gira que lo llevó a viajar varias veces a España, Chile y demás países donde su música logró fama (hasta la fecha no se ha anunciado ningún concierto en México), sin embargo, también se anunció la producción de un nuevo álbum que terminó por ser titulado EADDA9223, una revisita a sus 14 temas en compañía de invitados tanto consagrados como nuevos en la escena, pero todos en camino a coronarse como genios de la música latina.

Desde el inicio del álbum nos encontramos con sonidos que ni de broma relacionaríamos con Fito en 1992, sin embargo, por el tipo de artista que sabemos que es, sabemos que está en constante evolución y es eso mismo lo que lo vuelve tan presente, con una prolífica carrera de más de 40 años, llena de éxitos y reconocimientos internacionales.

Con sonidos electrónicos y una magia sensorial el tema de apertura El Amor Después Del Amor se aleja por mucho de su predecesor, donde lo único que se mantiene es su poderosa letra. Esta introducción es perfecta, es una suerte de advertencia de que lo que estamos por escuchar, una destrucción y reconstrucción del álbum que nos deleitó en 1992. Con un coro que reemplaza la estrambótica voz de Claudia Puyó en la versión original por un coro infantil la canción se presenta a sí misma y abre paso a la siguiente canción.

Con la compañía de la hermosa voz de Nikki Nicole y la talentosísima Lali Esposito, nos topamos con Dos Días En La Vida, la historia de Thelma y Louise, en su momento la canción fue interpretada por uno de los amores de Fito, Fabi Cantilo y Celeste Carballo, una vez más hablando de la evolución de Fito y de su constante descubrimiento como artista, La canción esta vez tiene un cierre orquestal igual al de la película.

Con una versión más minimalista que su predecesora nos encontramos con La Verónica, inspirada por la intersección entre un pasaje de la biblia que el padre de Cecilia Roth le contó a Fito sobre Verónica, una mujer que presenciaba la crucifixión de Cristo, y la aparición de una actriz grabando una película sobre este mismo suceso. En compañía de la hermosa voz de Nathy Peluso y un magnifico pero simplista piano en compañía de violines y arpas, la canción es una maravillosa reversión a uno de los temas más queridos y hermosos de Fito. La llegada del puente en la letra “él y su coraza de marfil…” se vuelve un golpe de cambio que deja estupefacto y sin aliento, totalmente paralizado y repitiéndolo por días. Personalmente, no me consideraba gran fan de la versión previa, pero habiendo escuchado esta versión le encontré su encanto a la previa, creo que ese es uno de los puntos en los que el álbum brilla más, al ser una destrucción del anterior, se redescubren sonidos, letras y ritmos que antes escapaban a la imaginación.

Con ritmos nuevos nos encontramos el trafico de una ciudad lejana Trafico por Katmandú, que solo da ganas de bailar y moverse al ritmo de la canción, la rasposa voz de Elvis Costello se complementa inesperadamente con los ritmos y un carismático acento al final de su verso. La canción por momentos recuerda más a la fiesta de descontrol musical con la que carga Circo Beat, hablando una vez más de lo útiles que han sido estos 40 años de carrera para Fito y su crecimiento como artista.

Y luego de mover la cabeza como loco el ritmo baja y nos topamos con Pétalo de Sal, que aunque hace extrañar al “flaco! Spinetta, Chico Buarque hace lo propio brillando por sí mismo. Deja de lado la locura de fiesta de la canción anterior y nos lleva más bien a un cuarto cómodo y hogareño donde poder descansar un rato.

Llegamos a la historia de un homicida pasional Sasha, Sissí y el Círculo de Baba, la profundo y ya inconfundible voz de Mon Laferte llega como una dulce sorpresa a los oídos y no me imagino su voz en ninguna otra canción del álbum. El puente musical se vuelve todo un espectáculo donde los violines deslumbran al más puro estilo de James Bond, elemento que al menos a mi parecer permanece desde la versión anterior.

Llega la expresión del amor de Fito, la canción dedicada a Cecilia Roth, compuesta en una borrachera luego de un regaño Un Vestido Y Un Amor. Ahora se deja de lado el piano para acompañarse de una bellísima guitarra acústica, perfecta para aquellos jóvenes enamorados que quieran dedicarla, Marisa Monte llega a decorar el coro y el piano viene a hacer las decoraciones pertinentes, sin opacar la guitarra.

Llegamos a un bellísimo trabalenguas compuesto en París. En compañía de unos hermosos violines llegamos a uno de los himnos más grandes y conocidos de Fito Las Tumbas de la Gloria, una canción que siempre me ha hecho recordar a ese niñito que, aunque no entendía la letra disfrutaba  de escuchar cantar a este flaquito de cabellos chinos. La canción se acompaña de una cantante de ópera María Castillo de Lima, quien hace lo que parecía imposible, engrandecer más este clásico.

Con unas cuantas notas sabemos qué canción sigue, La Rueda Mágica, una de las muchas cápsulas de la vida de Fito, de su amor por la música y de su viaje a través de este bello arte. Andrés Calamaro toma el verso de Charly García y el suyo lo toma Mateo Sujatovich, el vocalista de Conociendo Rusia.

Algo por lo que se caracteriza este álbum es la inclusión de trompetas y algunos instrumentos de orquesta, elemento que se había incluido antes en Euforia (1996). En un ritmo más tranquilo llega Creo, otra de las canciones que recuerda a Fabi, una canción donde Fito la suelta como su pareja y la deja convertirse en la profunda amiga que ha sido para él desde entonces.

Con influencias del bolero y el folclore, Detrás del Muro de los Lamentos ha pasado un poco desapercibida desde que salió en el 92 junto al álbum original, sin embargo ahora la canción, como la mayoría en el álbum se deja llevar por la idea de “menos es más”, con unas cuantas guitarras y percusiones un poco escondidas la canción se vuelve atrapante por la rítmica melodía que acompaña la letra que inconfundiblemente recuerda al flamenco y al tango.

Con un chirrido se nos introduce una canción completamente diferente a la anterior La Balada de Donna Helena, al inicio no es tan distinta a la versión original, los cambios usuales a los que Fito ya nos tiene acostumbrado en este álbum, sin embargo, hay algo en el coro que lo vuelve envolvente, quizás sea la madura voz de Páez que ahora es más gruesa y profunda que en 1992. Con toques de electrónica la canción se va volviendo un viaje en el que se resume el álbum completo, cambios tan divertidos como atrapantes sobre las canciones anteriores donde también los invitados brillan, los versos de Wos y Ca7riel se vuelven una impactante e inesperada, pero al mismo tiempo entendible inclusión en la canción, cada uno de los raperos logra mantener su estilo y a la vez retomar elementos de la versión anterior, haciendo un hibrido interesante que retoma las influencias más roqueras de Páez que encontramos en álbumes como Naturaleza Sangre y Ciudad de Pobres Corazones.

Con la ayuda de Ángela Aguilar, Fito nos trae otra de sus canciones más famosas, Brillante Sobre El Mic, uno de los sencillos anunciados del álbum, el cual también cuenta un video en YouTube donde ambos intérpretes aparecen en una galería decorada con cuadros de Fabi y demás figuras conocidas. La poderosa voz de Ángela brilla enormemente sin opacar a Fito y se terminan completando maravillosamente. El verso “El tiempo Fabi, nos ayuda a olvidar” se vuelve un recordatorio del avance de la carrera de Fito, pues la canción del 92 dice “el tiempo nos ayuda a olvidar”, sin embargo, desde hace algunos años las presentaciones en vivo han tenido el nuevo verso, haciendo que la canción ahora se vuelva una dedicatoria a Fabi que ahora queda marcada 30 años después en este álbum.

El álbum cierra con A Rodar Mi Vida, una de las canciones más pegadizas de todo el repertorio de Fito, con una letra que deja a jóvenes y adultos identificarse con el espíritu libre de la canción, que ahora está más presente con los nuevos sonidos, incluyendo las voces de David Lebón, quien lo acompañó en la presentación en vivo en Vélez de “El Amor 30 Años Después Del Amor” y Leiva.

El nuevo álbum de Fito Páez, EADDA9223 es la perfecta síntesis de su carrera y su espíritu artístico, de su visión sobre “intocable” y de su constante deseo de crecimiento a partir de su pasado, como ha hecho siempre en su carrera. Es un viaje de 30 años por las influencias y características de su música que por más de 40 años ha deleitado a jóvenes y adultos por igual, mientras nos demuestra que lo único sagrado es la vida.

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