Reseña | ‘La Casa Gucci’ (House of Gucci)
Un proyecto donde todos estaban en sintonía, excepto el director.

Inspirada por la impactante historia real del imperio familiar detrás de la italiana casa de modas de Gucci. Abarcando tres décadas de amor, traición, decadencia, venganza, y en última instancia un asesinato, podemos ver lo que un nombre significa, cuánto vale y qué tan lejos una familia iría por control.
Poco después de haber terminado la producción de El Último Duelo, Ridley Scott de 83 años se lanzó a realizar su próximo proyecto, La Casa Gucci, la cual está inspirada en una de las historias reales más escandalosas del siglo pasado. Es una historia llena de temas oscuros y pesados, sí, pero en el momento que se traslada al cine como una ficción se tiene que dejar a un lado cualquier concepción realista que se tenga de la historia, se convierte en entretenimiento.
Un tipo de entretenimiento en el que vemos a gente rica y excéntrica arruinar sus vidas por avaricia, hay excesos, hay algo de locura, vulgaridad, tiene todo los elementos para ser una película camp, corriente que se define por la exageración, y parece que todos los involucrados en La Casa de Gucci están de acuerdo que así es. Desde el guión de Becky Johnston y Roberto Bentivegna que nos presenta versiones caricaturescas de las personas reales en las que se inspiran, los actores bien lo saben y lo interpretan como tal.
Lady Gaga es magnífica, aún con su acento de dudosa veracidad, entre una actuación melodramática y una más contenida, mientras que su co-estrella Adam Driver se mantiene al límite aunque a veces le sigue el juego. Sin duda quienes no decidieron hacer con sus personajes son Salma Hayek y Al Pacino, porque no hay escena en la que no estén jugando y aún así se ven serios a comparación de Jared Leto, quien hace otra de sus reconocidas transformaciones para desaparecerse en la torpeza de Paolo Gucci.
Todos estaban conscientes de lo exagerada y graciosa que podía ser La Casa Gucci, todos menos Ridley Scott, el director. Desde un inicio es notable que la dirección de Scott es distante, fría, casi en un sentido literal pues la fotografía cae en tonos tan fríos que parece que no tiene calor. Ni siquiera me atrevo a decir que su tono era serio, más bien Scott nunca estableció un tono y así todos los elementos más excéntricos de la cinta se vuelven graciosos, pero como si hubieran sucedido por accidente, cuando quizá fueron escritos así.
Y aún cuando Scott no se hubiera dejado llevar por el camp, habría sido mucho mejor que dirigiera la cinta con más energía, pues la duración de casi tres horas puede llegar a sentirse pesada, más cuando muchos sucesos ni siquiera son de tanto interés y otros que lo son, quedan fuera de pantalla.
Tal vez energía es lo que La Casa Gucci necesitaba, tal vez Ridley Scott no era el director adecuado, y ante todo eso sigue siendo una buena película que refleja neutralmente las razones por las que Patrizia Reggiani tomó las decisiones que tomó, eso lo puedo aplaudir. Sin embargo La Casa Gucci pudo ser mejor, mucho, mucho mejor.
Título original: House of Gucci
Dirección: Ridley Scott
Guión: Becky Johnston y Roberto Bentivegna
Elenco: Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Jeremy Irons, Jack Huston, Salma Hayek y Al Pacino
Cinéfilo, crítico, swiftie y procrastinador profesional.