2 de octubre de 2023
Una carta de amor a los incomprendidos: reseña de "Solitario"

Una carta de amor a los incomprendidos: reseña de "Solitario"

“La paciencia mata”. Una de las frases más icónicas de la novela “Solitario“, de Alice Oseman, la cual empezó todo el fenómeno de romance juvenil “Heartstopper”, y que en sí misma es, al mismo tiempo, opuesta y complementaria a aquella historia. Pero no es una frase que deba tomarse a la ligera ni leerse literalmente, ya que hay muchos elementos debajo de ella que justamente la convierten en el reflejo de la complejidad detrás del libro que la contiene.

Puede que muchos no alcancen a ver el valor detrás de “Solitario” porque no es un texto común: en algunos momentos puede sentirse como la crónica de la locura de una adolescente a la que nadie comprende y que no busca ser comprendida; en otros, parece un manifiesto en contra de la anarquía y de las actitudes erróneas del ser humano en su afán por querer controlar lo que le rodea.

Pero creo que, al final, el libro en verdad busca hacer un llamado fuerte hacia la vida y las cosas buenas que nos hacen querer levantarnos cada mañana; una renuncia a la pasividad de la existencia o al hecho de “existir por existir”, y es por eso que decir “la paciencia mata” es el mejor reflejo de estos valores: porque estar en quietud simplemente por estarlo, por miedo o por ineptitud, sólo llevará a cualquiera a sentirse perdid@.

La novela es mucho más densa que aquello que le vimos crear a la autora en “Heartstopper”: no busca ponerle flores a las cosas o hacer que el lector tenga esperanza mostrando lo bonito que sería encontrar el amor en una persona responsable y encantadora. Busca, justamente, lo opuesto: hacer que uno se cuestione por qué realmente sigue vivo; qué es lo que espera de su propio camino y qué está dispuest@ a dar por conseguirlo.

Eso, indudablemente, le puede pesar a cualquiera. No a todos les gusta sentirse intimidados o cuestionados en las actividades que realiza día con día. Y que la protagonista de 16 años de un libro te haga plantearte todo esto, bueno… puede ser demasiado discordante.

Aunque también muy divertido. Porque, en momentos, hace que recordemos cómo fuimos cuando teníamos la edad de esta chica, Tori Spring, justo cuando pasábamos nuestra “edad de la punzada”: ¿qué tanto hemos cambiado? ¿Para el gusto de quién? ¿Por qué a veces nos sentíamos tan incomprendidos? ¿Nos seguimos sintiendo así?

Y lo más genial de todo es que el texto realmente no busca que llegues a esas preguntas como tal, ya que ni a él ni a su protagonista les interesa lo que pienses de su historia. Y quizás eso también es una lección en sí misma: dejar de perder el tiempo pensando en el “qué dirán” para enfocarnos en qué diremos de nosotros mismos.

“Solitario” también es un escaparate para aquellos problemas mentales que las sociedades anteriores a los Millennials intentaron con mucho ahínco ignorar: la depresión existe; la ansiedad existe; el sentimiento de querer dejar de existir, desafortunadamente, también existe, y resulta más peligroso que saltar de un avión por el mero gusto de sentir adrenalina y de ocupar un paracaídas.

Podrán decir lo que quieran de esta generación y de las que le siguen, pero debemos reconocer que es gracias a ellas que la salud mental por fin es prioridad, y se trata de un asunto muy bello porque nos devuelve a todos nuestra calidad humana, que quizás pudimos perder al convertirnos en entes que sólo saben despertar, comer, defecar, trabajar y dormir.

¿Puede acaso “Solitario” ser un buen ejemplo de novela posmoderna? ¿O de una nueva era de aquella corriente? ¿O está más allá de la misma? Porque, al mismo tiempo en que es complicada, también se siente estúpidamente sencilla y falta de sustancia: hay varias secuencias en las que se siente que todo y nada está ocurriendo al mismo tiempo, y el final fue tan abrupto que puedo sentirse como si solo se hubiera terminado un capítulo más.

Pero eso también es lo bonito de este texto: que puede ser la cosa que tú quieras, y no se siente como que estés mal eligiendo una (o varias) de ellas: puede ser el diario de una jovencita extraña, o la historia de una antiheroína incomprendida, o hasta un romance de pocas pulgas entre dos entidades que no alcanzamos a distinguir.

Tiene tantos elementos que realmente podría convertirse en un pequeño espejo de lo que es la vida real: un cúmulo de experiencias variadas que, aparentemente, no tendrían que ver unas con otras, pero que se conectan por milagro o por destino en nuestro propio caminar.

Si vas a leer este texto pensando en que encontrarás una increíble continuación a todo lo meloso detrás de “Heartstopper”, es mejor que ni lo toques, porque te va a causar una enorme decepción. Pero si lo que buscas es algo distinto a todo lo que ya has leído y a los típicos romances, o un escape a aquel dolor que el día a día te ha provocado… puede que tampoco lo halles aquí del todo, ja ja, aunque puede que Tori sí te ayude a sobrellevar lo que sientes.

Y una cosa es segura: a Tori no le va a importar un carajo que le prestes atención a su vida. Pero, si decides hacerlo… asegúrate de llevarte algo bueno de ella y su historia contigo cuando llegues al punto final.

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