Historia del Premio Ariel: Un legado de excelencia en el cine mexicano
La entrega del Premio Ariel consta de 25 categorías, cada una premiando la excelencia en diferentes aspectos de la industria cinematográfica.

El Premio Ariel, uno de los reconocimientos más destacados en la industria cinematográfica mexicana, ha sido un símbolo de excelencia y logros en el cine desde su creación en 1946. La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) estableció este prestigioso premio para honrar a los talentosos profesionales del cine mexicano, incluyendo directores, actores, técnicos y productores.
El icónico premio toma su nombre de la estatua del Ariel, una figura que representa a un hombre en el momento de emprender el vuelo. Diseñada por el reconocido escultor mexicano Ignacio Asúnsolo, la estatua original se ubicó inicialmente en el Paseo de la Reforma hasta su traslado a los Estudios Churubusco en 1958. El nombre “Ariel” fue inspirado en el libro homónimo del escritor José Enrique Rodó, donde Ariel simboliza los ideales de unidad y defensa de la cultura latinoamericana.
La entrega del Premio Ariel consta de 25 categorías, cada una premiando la excelencia en diferentes aspectos de la industria cinematográfica. Además, se otorga el codiciado Ariel de Oro a la mejor película del año. Este reconocimiento también se concede a individuos e instituciones en reconocimiento a su destacada trayectoria en el cine. La primera ceremonia de entrega se llevó a cabo el 15 de mayo de 1947 en el centro nocturno El Patio de la Ciudad de México, premiando las producciones realizadas en 1945 y 1946. La película “La Barraca” fue la primera en recibir el Ariel a la Mejor Película, marcando el comienzo de una larga tradición de reconocimientos a lo mejor del cine mexicano.
El creador del icónico Premio Ariel es el escultor Ignacio Asúnsolo, originario de Hidalgo del Parral, Chihuahua. Nacido en 1890 y fallecido en la Ciudad de México en 1965, Asúnsolo dejó un legado artístico significativo en la historia del cine mexicano. Su formación incluyó estudios en la Academia de San Carlos, donde recibió enseñanzas de destacados maestros como Arnulfo Domínguez Bello y Enrique Guerra. Posteriormente, amplió su conocimiento artístico en Europa, en particular en la Escuela de Bellas Artes de París.
El regreso de Asúnsolo a México se produjo a raíz de una invitación del destacado intelectual José Vasconcelos, quien le encomendó la creación de esculturas para el edificio de la Secretaría de Educación Pública. En su obra, Asúnsolo fusionó elementos monumentales de la escultura prehispánica con influencias modernas, especialmente francesas. Entre sus trabajos más reconocidos se encuentran el Monumento a los Maestros (1933), el Monumento a la Patria (1937), el Monumento al Soldado (1937) y el Monumento Ecuestre a Francisco Villa (1957).
La estatua del Ariel, la cual representa a un hombre en actitud de emprender el vuelo, fue creada por Ignacio Asúnsolo. Inicialmente, la estatua se ubicó en el Paseo de la Reforma, a la altura de Chapultepec, donde permaneció hasta 1958. Posteriormente, fue trasladada a los Estudios Churubusco, donde se encuentra actualmente.
El diseño de Asúnsolo para el Ariel combina elementos monumentales con influencias modernas, reflejando su habilidad para fusionar diversas corrientes artísticas y capturar la esencia de la cultura mexicana. La estatua del Ariel se ha convertido en un símbolo representativo de la excelencia en el cine mexicano y en un distintivo reconocible del Premio Ariel.
Historia de la Estatuilla
La estatuilla del Ariel, premio emblemático del cine mexicano, tiene su origen en el libro “Ariel” del escritor uruguayo José Enrique Rodó, publicado en 1900. Este libro consiste en una colección de seis ensayos cortos que tuvieron un gran impacto en la juventud de la época y continuaron siendo influyentes durante las primeras décadas del siglo XX.
El Ariel de Rodó es un llamado al panamericanismo y a la defensa de la libertad, unidad y autonomía de la cultura hispanoamericana. Se contrapone al utilitarismo y pragmatismo de la ideología estadounidense, resaltando la importancia de los valores culturales y espirituales en la sociedad.
El nombre del galardón, “Ariel”, fue elegido en honor a este libro y busca simbolizar los ideales de unidad y defensa de la cultura latinoamericana en el ámbito cinematográfico. La estatuilla del Ariel, diseñada por Ignacio Asúnsolo, representa a un hombre en actitud de emprender el vuelo, evocando la aspiración artística y la excelencia en el cine.
De esta manera, el Ariel se convierte en un reconocimiento y estímulo a los valores más destacados del cine mexicano en sus diferentes categorías, siendo un símbolo de la calidad y la creatividad en la industria cinematográfica nacional.
Actrices con más Arieles: Blanca Guerra, Dolores del Río, María Félix y María Rojo
Blanca Guerra, Dolores del Río, María Félix y María Rojo se encuentran entre las actrices más destacadas en la historia del cine mexicano, y han sido galardonadas con múltiples Arieles, el prestigioso premio cinematográfico otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
Blanca Guerra ha obtenido un total de cuatro Arieles a lo largo de su carrera, demostrando su talento y versatilidad en la interpretación de diversos personajes en la pantalla grande.
Dolores del Río, reconocida como una de las grandes leyendas del cine mexicano, también cuenta con cuatro Arieles en su haber. Su elegancia, belleza y talento actoral la convirtieron en un referente indiscutible de la época dorada del cine nacional.
María Félix, conocida como “La Doña”, dejó una huella imborrable en el cine mexicano y obtuvo cuatro Arieles a lo largo de su destacada carrera. Su carisma, magnetismo y poderosa presencia en la pantalla la convierten en un ícono eterno del cine nacional.
María Rojo, reconocida por su compromiso y talento en su profesión, ha sido galardonada con tres Arieles. Su trayectoria abarca una amplia gama de géneros y personajes, demostrando su versatilidad y capacidad para cautivar al público con cada actuación.
Estas actrices han dejado un legado invaluable en la historia del cine mexicano, conquistando al público y a la crítica con sus notables interpretaciones. Sus Arieles son un reconocimiento merecido a su talento y contribución a la industria cinematográfica nacional.
Actores con más Arieles: Damián Alcázar, Arturo de Córdova y José Carlos Ruiz
Damián Alcázar, Arturo de Córdova y José Carlos Ruiz son actores mexicanos reconocidos por su destacada trayectoria en la industria cinematográfica. Han sido honrados con múltiples Arieles, el prestigioso premio concedido por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
Damián Alcázar, conocido por su versatilidad y compromiso en cada personaje que interpreta, ha sido galardonado con cinco Arieles, reflejando su talento y dedicación en cada proyecto en el que participa.
Arturo de Córdova, considerado uno de los grandes actores de la Época de Oro del cine mexicano, ha obtenido tres Arieles a lo largo de su carrera. Su presencia magnética en la pantalla y su habilidad para transmitir emociones han dejado un legado imborrable en la historia del cine nacional.
José Carlos Ruiz, con una destacada trayectoria en el cine, teatro y televisión, ha sido reconocido con tres Arieles. Su versatilidad y carisma le han permitido destacar en una amplia variedad de personajes, consolidándose como uno de los grandes talentos de la actuación en México.
Pedro Infante, el actor más nominado
Pedro Infante, uno de los actores más queridos y recordados en la historia del cine mexicano, recibió varias nominaciones al Ariel, aunque solo triunfó en una ocasión. Fue nominado en siete ocasiones y ganó un Ariel por su destacada interpretación del personaje Pedro Galván en la película “La vida no vale nada” (1955). A pesar de su corta vida, su legado perdura como un ícono de la música y el cine nacional, dejando una huella imborrable en la cultura mexicana.
“Nunca olvides que vienes de una larga lista de buscadores de la verdad, amantes y guerreros”