Reseña | Starfield tras el early access: ¿Vale la pena?
Bethesda ha sabido trasladar la esencia de TES y Fallout al espacio.

Starfield es un gran juego. Cuando inicié con este título, me encontré de inmediato con una atmósfera que, sinceramente, resulta cautivadora. Desde el primer momento, te sientes en los zapatos de un aventurero espacial listo para desentrañar los misterios del universo.
Esta esencia RPG que Bethesda sabe inyectar en sus creaciones me mantuvo enganchado por cerca de 50 horas, y aunque me aventuro a decir que es uno de los videojuegos más destacados que he jugado en el año, no sería justo afirmar que establece un acontecimiento sin precedentes.
Lamentablemente, no pude jugar a la versión de early access del juego, apartado para quienes adquirieron la versión especial y que está disponible desde el 1 de septiembre. Yo jugué a la versión final, mediante el Xbox Gamepass, desde el 6 de septiembre.
Historia
Evitando desvelar aspectos esenciales de la trama, Starfield nos presenta una narrativa interesante, apta para mantenernos pendientes de cada giro y revelación.
Al tratarse de un RPG, claro está que hay momentos de gran impacto en la historia principal, pero será nuestra autonomía como jugadores la que defina muchos de los eventos.
Como aperitivo, diré que la trama nos ubica en un contexto donde la humanidad ha dejado atrás la Tierra y su sistema solar, expandiéndose a nuevos horizontes en el cosmos y fundando colonias en innumerables planetas. Sin embargo, estas nuevas tierras no están exentas de retos, sobre todo cuando se trata de su enigmática fauna.
Apartado técnico
Starfield no deslumbra precisamente por su apartado gráfico, pero cumple. Estamos ante una obra con un nivel técnico adecuado, aunque quizá algunos esperarían más.
Y aquí viene uno de mis principales reparos: el comportamiento de los NPCs. A menudo, la interacción con estos personajes se siente robótica y desfasada, recordándome a títulos de la misma compañía de hace más de una década.
Por fortuna, los bugs son menores y no afectan de manera crítica la experiencia de juego. Sin embargo, un detalle que sí perturbó mi inmersión fue la inconsistencia al activar ciertas acciones, como abrir puertas o acceder a naves, teniendo en ocasiones que intentar múltiples veces hasta lograrlo porque no aparecía el prompt requerido para avanzar.
Jugabilidad
Starfield me presentó una dinámica de juego intrigante. Durante mis sesiones, la acción se reservaba para momentos esporádicos, como esos 20 minutos de adrenalina en medio de una exploración de tres horas. Esta decisión de diseño, aunque podría parecer escasa, en realidad se alinea perfectamente con el tono del juego.
Las transiciones entre vistas en tercera y primera persona son fluidas, lo que facilita la inmersión en el mundo. Pero debo admitir, el manejo en el espacio es un talón de Aquiles; carece de esa fluidez y precisión que hubiese redondeado la experiencia. Ok, seré honesto, explorar con tu nave espacial se siente pésimo; durante los combates, el movimiento se siente lento e ineficiente frente a los enemigos que te están disparando.
Los viajes entre sistemas solares y planetas se hacen mediante el menú y mapa del botón de pausa, si bien sentí que todo estaba intuitivamente muy bien diseñado, admito que me incomodó un poco, quizá por las repetidas ocasiones en que tenía que repetir estos procesos. Aunque, una vez exploras un planeta o sistema, puedes hacer un solo viaje rápido sin tener que dar tantos pasos en la interfaz de navegación.
El gunplay va como la seda. Obvio, sin llegar a ser un “Call of Duty”; sin embargo, las secuencias de acción son muy satisfactorias. Tener habilidad para los shooters te podría ayudar a superar situaciones violentas, lo cual se sentirá muy bien.
Como juego de Rol
Ahora, en cuanto al aspecto RPG de Starfield, hay cosas que brillan y otras que simplemente se quedan cortas. La construcción de personajes y las conversaciones son adecuadas, pero no hay muchas sorpresas. En más de una ocasión me vi deseando más opciones para divergir y enriquecer las interacciones.
El componente romántico está ahí, pero es más inocente de lo que muchos podrían esperar. Si estás buscando relaciones profundas y complicadas, quizás sientas que el juego no va lo suficientemente lejos. El romance se reduce a establecer conexiones, conversaciones frecuentes y, eventualmente, llegar a un compromiso serio, todo culminando con una cinemática. Pero aquellos que busquen escenas más íntimas, lamentarán su ausencia.
Un punto a destacar es el sistema de persuasión, que permite sortear conflictos sin recurrir a la violencia. Aunque a veces me pareció algo errático (como cuando un personaje amigable repentinamente se torna agresivo sin una razón clara), en general, cumple su función y añade una capa más de estrategia al juego. Sin embargo, esta mecánica en general funciona bien.
Por supuesto, no puedo dejar de lado las facciones, las misiones secundarias y los eventos aleatorios. Son estos elementos los que dan vida y profundidad al universo de Starfield, animándonos a explorar cada rincón y a interactuar con sus diversos habitantes. Pero, ¿les digo la verdad? En este sentido no se sentirán sorprendidos si tienen mínima experiencia en juegos como Skyrim, Fallout 3 y 4, etc…
Sistema de personalización de naves
Uno de los puntos más fuertes de marketing que tuvo este juego fue vendernos la posibilidad construir nuestras propias nave, de la manera que queramos. Sin embargo, para acceder a esta mecánica, debemos pasar por algunas cosas.
No pretendo hacer una guía sobre cómo acceder a la costumización de naves, pero les quiero adelantar a grandes rasgos qué requieren.
Primeramente, es importante saber que la nave principal de la historia del juego, llamada Frontier, no es para alterarla, más allá de que puede mejorarse su desempeño.
Antes de querer construir tu propia nave, debes invertir puntos en tu árbol de habilidad para acceder a estas funciones. Seguidamente, tendrás que tomar enemiga y hacerla tuya registrándola; a partir de ese momento, con los puntos de habilidad necesarios y una nave en tu posesión, ya podrás modificarla.
No quiero entrar en demasiados detalles, porque en lo que quiero concluir es que no es una mecánica tan sencilla de alcanzar en primera instancia, habrá que invertir algunas horas previamente para desarrollar las habilidades de ingeniería necesarias y poder hacerte con naves enemigas.
Las funciones de costumización son casi ilimitadas, pudiendo hacer diseños muy creativos y aplicarlos en el juego, sin embargo me hubiera gustado que fuera algo de más fácil acceso para los jugadores, puesto que, en la mayoría de los casos que conozco, casi todos quienes han experimentado con esta mecánica lo hicieron después de completar la historia principal.
¿Lo recomiendo?
Starfield no es un juego perfecto, y puedo comprender a aquellos que esperaban que este fuera un marco de referencia en la industria. No obstante, Bethesda ha sabido trasladar la esencia de títulos icónicos como Skyrim o Fallout al vasto espacio, modernizando ciertos aspectos jugables acorde a los tiempos actuales. Para aquellos que han vivido y amado los juegos de Bethesda, aquellos que marcaron un antes y después en la experiencia RPG occidental, Starfield es, sin duda, un juego imperdible.
Llevando en cuenta el renombre de Bethesda, las expectativas eran estratosféricas. Es un título que seguramente habría causado mayor revuelo de haber aparecido en el panorama hace 3 o 4 años. A pesar de todo, es una odisea espacial que se disfruta y a la que no dudaría en invertir más horas. Para los fanáticos de las aventuras galácticas y de los RPG en sí, Starfield sigue siendo una recomendación valiosa.
“Nunca olvides que vienes de una larga lista de buscadores de la verdad, amantes y guerreros”