fbpx

Ayer se estrenó el antepenúltimo episodio de The Last of Us, que a pesar de que la semana pasada nos quedamos en un punto crítico que sin duda necesitaba solucionarse, el séptimo episodio en lugar de eso da unos pasos atrás para contarnos una historia del pasado de Ellie. Los episodios flashback pueden ser de suma importancia, pero también pueden disminuir la tensión de la historia principal ¿Eso aplica para The Last of Us?

En realidad no, creo que el uso del flashback en este episodio es efectivo porque no se usa para llenar huecos o revelar motivaciones de personajes ni resolver misterios. Al igual que la mayoría de los capítulos de The Last of Us, la historia que se nos cuenta aquí es meramente para que los personajes, en este caso en específico Ellie, obtengan una lección. Nos quedamos en un punto trágico, pero este episodio nos lleva a un tiempo en el que las cosas no estaban tan mal y por algunos minutos junto a Ellie y Riley, interpretada por Storm Reid, nos permite tener algo de diversión dentro de esta historia tan oscura.

Y más que eso nos cuenta una historia de amistad que poco a poco se va revelando como una historia de amor, del tipo que solo se vive en la adolescencia. Bella Ramsey y Storm Reid nos la venden con una química tierna, como si se conocieran de toda la vida.

Pero nada bueno puede durar demasiado en esta serie y pronto nos encontramos con un final trágico. Bueno, tal vez no tan trágico, pues ante la posibilidad de sufrir otra pérdida, sus recuerdos con Riley le dan a Ellie el impulso necesario para recuperar el valor de afrontar y evitar lo que parece inevitable. Así es como el final del episodio siete cura las heridas emocionales que este mismo causó.

Lo que comienzo a sentir es que The Last of Us ya tiene una fórmula, una que quizá los fans del videojuego ya conocen bien, pero que nosotros los espectadores de la serie apenas estamos notando. Esta cuestión de contar historias secundarias que introducen nuevos personajes cuyo destino siempre es mortal y siempre nos logran conmover profundamente. Funciona bastante bien, sin embargo con solo dos episodios restantes me pregunto si volveremos a ver un episodio de este estilo y de ser así ¿podrá seguir cumpliendo con su objetivo?

Y de lograrlo, demostraría que Craig Mazin y Neil Druckmann son brillantes en su trabajo, pues no importa lo que nos digan, sino como lo dicen. Y demostraría que con The Last of Us tenemos una de las mejores series del momento. De hecho sea lo que sea que suceda en estos dos últimos episodios, de mantener o mejorar su nivel, ya no quedarían dudas.

Deja un comentario