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Neill se encuentra de vacaciones en Acapulco con su hermana Alice y sus dos sobrinos. Cuando reciben la noticia de que su madre ha muerto, deciden regresar de inmediato a su hogar en Londres. Sin embargo a punto de partir, Neill finge haber perdido su pasaporte y así quedarse en Acapulco. Aunque nada, ni el malestar que le causa a su hermana, lo hace regresar a casa, pronto Neill se encontrará que su decisión tendrá consecuencias más graves de las que pudo haber imaginado.

Han pasado casi tres años desde que el director Michel Franco presentó Nuevo Orden, una película altamente polémica pues se le acusó de promover ideas clasistas y racistas, aquí no voy a revivir una discusión vieja y a dar mi opinión al respecto, únicamente lo menciono porque merecido o no, la reputación de Franco quedó gravemente manchada. Es por eso que no sorprende que su nueva película, Sundown: Secretos en Acapulco la cual se estrenó en el Festival de Venecia del 2021, apenas se esté estrenando en salas de México y por debajo del radar. ¿A caso se teme que la respuesta del público mexicano sea la misma? Los prejuicios siempre existirán, así que seguramente pasará, pero ¿Se lo merece?

Franco se aleja de las producciones ambiciosas y regresa a hacer lo que mejor saber hacer, un drama contenido, íntimo, de viñetas, pero no solo eso, también regresa a trabajar con un elenco extranjero y una vez más liderado por Tim Roth. En Sundown seguimos a Neill, interpretado por Roth, quien ante la noticia de una tragedia familiar decide alargar sus vacaciones en Acapulco, desde ese punto la audiencia siente una necesidad natural de juzgar sus acciones, si lo que está haciendo está bien o está mal, sin embargo Franco como director nunca impone tales juicios, simplemente nos muestra la vida de su personaje como es.

Con la carencia de juicio del director viene algo de distancia y frialdad hacia el personaje, por lo que la audiencia podría perder interés cuando, pero Franco compensa la carencia de conexión emocional con la atención hacia el enigma que se crea con la premisa. Es otra necesidad natural, la necesidad de saber el por qué, por eso seguimos a Neill con la esperanza de entender sus acciones. La frustración se incrementa cuando las consecuencias de los actos de Neil comienzan a hacerse presentes, y peor cuando a pesar de la gravedad que alcanzan, Neill se mantiene firme en la que sea que sea su posición.

En el clímax, Franco presenta un giro que nos hace cambiar por completo la percepción que teníamos de Neill, aunque tampoco significa que el director busque una justificación para sus decisiones, únicamente nos lleva a confrontarnos con los prejuicios que habíamos formado, no como un truco para castigar a la audiencia por una falta moral, sino para reflexionar sobre la manera en que califica los actos de personas que no conoce más que de vista. Y aún con la re-contextualización de la historia, Franco sigue sin explicar mucho de la mente de Neill.

Y es que lo mejor de Sundown es que no hay una respuesta definitiva a lo que vimos, Franco se mantiene abstracto al respecto de las motivaciones de su protagonista y por lo tanto la audiencia tiene que llenar los espacios con su propia imaginación, dando resultado a diferentes interpretaciones. Y esas lecturas seguro dirigirán a la discusión y la división de opiniones, algo ya característico del cineasta. Ojalá que con Sundown, Franco recuerde que su fortaleza como director está justamente en explorar personajes complicados y no en dar lecciones sociopolíticas. Con el estilo minimalista de Franco, la sutil y ambigua actuación de Roth, Sundown: Secretos en Acapulco se vuelve una película que de verdad nos hace cuestionarse y reflexionar sobre nuestra percepción del actuar de las personas.

Título original: Sundown
Dirección y guión: Michel Franco
Elenco: Tim Roth, Iauza Larios, Jesús Godínez, Henry Goodman, Albertine Kotting McMillan, Samuel Bottomley, Mónica del Carmen, James Tarpey y Charlotte Gainsbourg

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