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Una comedia de bromance protagonizada por Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds, que al inicio fue concebida como un drama de acción, que después pasó por un proceso de reescritura de dos semanas, para al final convertirse en una comedia.

El dictador ruso Vladislav Dukhovich (Gary Oldman) está siendo juzgado, los testigos están desapareciendo y los que han logrado testificar, son descalificados. Como última medida, la Interpol decide hacer un trato con el asesino a sueldo, Darius Kincaid (Samuel L. Jackson), pero cuando la operación es interferida, la agente Roussel (Elodie Young) deberá recurrir a contratar a su ex pareja, quien solía ser el mejor guardaespaldas del mundo, Michael Bryce (Ryan Reynolds), para mantener a Kincaid vivo y llevarlo a testificar. Lo que la agente Rousell no se esperaba es que Kincaid y Bryce, tienen una historia de enemistad y ahora se ven forzados a trabajar juntos para derrocar a un tirano.

La trama de la película dista de ser original y en su ejecución lo es aún menos. Durante el primer acto vemos varias tramas separadas que parecen llevar a muchos caminos que no se juntan y no hay muchas risas ni emociones durante este tiempo, es hasta que vemos a Reynolds y Jackson juntos, que la película comienza a levantarse y cuando se cree que la historia puede traer algo nuevo, se hunde en clichés del género, se vuelve una secuencia de sucesos predecibles, hasta llegar a un clímax poco emocionante.

Pero el acierto del humor no está en el guión, en realidad lo que le da la gracia a las escenas, son las actuaciones, la dupla de Reynolds y Jackson tiene mucha química y es por ellos que las bromas medianas se convierten en una larga carcajada. Incluso Salma Hayek salva a su personaje de ser un fastidio. Sin embargo, aunque las actuaciones son buenas, los personajes del dúo principal no son muy diferentes a otros trabajos, lo que hacen, lo hacen bien porque no son extraídos de su zona de confort. Vemos que durante la película hay un desarrollo de personajes que si no fuera por sus actores, sería muy poco creíble. El resto del cast cumple y Gary Oldman se queda con una participación corta de un personaje que pudo ser explorado a fondo.

Las escenas de acción son en general decentes, al igual que los efectos, solo hay un par de secuencias cerca del final que sobresalen y aún así no dejan de tener problemas, como el abuso del shaky cam que se ven aún más afectadas por la pésima fotografía.

Duro de Cuidar se salva simplemente por el talento de su cast, fuera de eso, no alcanza a ser ni un ejemplo decente de las comedias de acción. Es buena para entretenerse un rato, pero incluso para ese objetivo, hay mejores opciones.

Duro de Cuidar (2017)

Título original: The Hitman’s Bodyguard
Dirección: Patrick Hughes
Guión: Tom O’Connor
Elenco: Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Gary Oldman, Salma Hayek, Élodie Yung, Joaquim de Almeida, Kirsty Mitchell & Atli Örvarsson.

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