6 de diciembre de 2023

La figura de Annabelle, que nos hizo saltar de nuestras butacas en 2014 y que regresó en múltiples secuelas, no es un simple producto de Hollywood: está inspirada en hechos reales. Si bien su representación cinematográfica diverge de la realidad, la historia verdadera no deja de ser inquietante.

El verdadero rostro de Annabelle

 

Contrario a la figura que vimos en el cine, con un vestido blanco y un rostro de porcelana, la verdadera Annabelle es una muñeca de trapo. Con hilo rojo en su cabeza simulando cabello, nariz triangular y una melena de tono rojizo, Annabelle es en realidad un modelo Raggedy Ann, producido a principios del siglo XX.

El inicio de la maldición

En 1970, todo comenzó con un regalo aparentemente inocente. Donna, una joven enfermera, recibió la muñeca de su madre para celebrar su 28 cumpleaños. Colocada en su apartamento, compartido con su compañera Angi, Annabelle pasó de ser una simple pieza decorativa a un objeto de misterio y terror. Notaron que, sin explicación, la muñeca cambiaba de lugar. No era solo un pequeño desplazamiento, sino que pasaba de una habitación a otra con la puerta cerrada.

Mensajes desconcertantes

La situación se volvió aún más extraña cuando comenzaron a hallar notas con el mensaje “Ayúdame” dispersas por el apartamento. Estas notas, escritas en papel pergamino, eran especialmente desconcertantes, ya que no poseían dicho material en su hogar.

La tensión alcanzó su cúspide cuando el novio de Angi, Lou, experimentó episodios extraños y escalofriantes vinculados a la muñeca.

Búsqueda de respuestas

Desesperadas, Donna y Angi contactaron a una médium. La revelación fue perturbadora: la médium aseguró que el espíritu de Annabelle Higgins, una niña de siete años cuyo cuerpo se encontró en el lugar donde posteriormente se construyó el edificio, estaba vinculado a la muñeca.

El matrimonio Warren entra en escena

Aunque un sacerdote fue consultado inicialmente, fue la intervención de los famosos investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren la que cambió el curso de la historia. Los Warren, con vasta experiencia en el mundo paranormal, identificaron que el espíritu asociado con Annabelle no buscaba un objeto, sino un huésped humano.

El confinamiento de Annabelle

Después de varios episodios paranormales, incluida la teletransportación de la muñeca y la materialización de notas, los Warren decidieron confinar a Annabelle. Tras realizar un exorcismo en la vivienda de Donna y Angi, la pareja tomó la muñeca y la colocó en una caja de vidrio y madera especialmente diseñada en su museo. Allí, advertían a los visitantes sobre el peligro que representaba burlarse de Annabelle.

La historia real de Annabelle es una mezcla de hechos desconcertantes y testimonios aterradores que supera, en muchos aspectos, la ficción cinematográfica. La muñeca, aún en exhibición en el museo de los Warren, sirve como recordatorio de que el mundo paranormal puede manifestarse en los lugares y objetos más insospechados

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