Reseña Musical | ‘Canciones para la Luna’: Sinfonía Pop
Su primer concierto sinfónico.

Belanova es una banda llena de nostalgia, pues desde los años 2000 han llenado nuestras vidas de pop, sintetizadores y letras poderosas, desde su primer álbum Cocktail (2003) el grupo comenzó a ganar fanáticos que no hicieron otra cosa que crecer, logrando que la banda tenga una carrera de casi 20 años.
Uno de los momentos más importantes en estos 20 años de carrera sucedió en 2013, con su primer concierto sinfónico, que llevó a la creación de un álbum titulado Canciones Para La Luna, donde la banda, en compañía de una orquesta sinfónica y algunos invitados como Jay de la Cueva, Alejandro Rosso, entre otros; reinterpretaron varios de sus temas más conocidos, además de incluir tres temas inéditos. La grabación se llevó a cabo el 2 de septiembre de 2013 en el Roberto Cantoral Cultural Center y se estrenó una versión digital junto a una promoción con Pepsi en octubre del mismo año y en diciembre se estrenó en formato físico, contando con un total de 15 canciones.
El show abre con la sección de cuerdas mientras la banda entra al escenario y cada uno va tomando su lugar, los últimos en el escenario son Ricardo, Edgar y Denisse, quienes entran al ritmo de una canción bastante familiar.
El grupo interpreta su sencillo debut Tus Ojos, de su primer álbum Cocktail (2003), el tema fue la puerta de apertura hacia Belanova y su característico estilo en el ligeramente lejano 2004. Manteniendo los arreglos de la canción original, logra nutrirse de la orquesta para darle una nueva dimensión a través de la sección de vientos, además de aprovechar la madura voz de Guerrero para hacerla brillar de una manera distinta que sorprende y agrada al oído.
Los violines vuelven a robarse la introducción para dar paso a Niño, la cual se vuelve un in crescendo potente que explota en el coro y la orquesta logra manejar brillantemente, pues en ningún momento se siente forzado o fuera de lugar, todo lo contrario, la canción brilla particularmente bien junto a los arreglos de violín y las trompetas que erizan la piel, a la par que la percusión juega un papel importantísimo en el barroco de instrumentos que se vuelve el puente musical camino al final de la canción.
Cada que empieza con un sonido de sintetizador que crea toda una atmosfera de oído a oído que se complementa con un piano que da paso al acompañamiento de la guitarra y a la voz de Javier Blake, la orquesta vuelve a elevar el tema a niveles inesperados en el conocido coro, donde Denisse y Blake hacen un dúo perfecto en la letra que se complementa con la sección de vientos.
La primera canción inédita es Juegos de Amor, que inicia con un sonido de teclado que recuerda a Dulce Beat, sin embargo en el coro la canción toma un ritmo más bailable, donde el protagonismo se lo llevan el teclado y la guitarra, la cual entrega un solo simple pero atrapante.
Volvemos a Dulce Beat, Escena Final entra suavemente con el sonido de un piano acompañado de los violines, al entrar la voz de Denisse la canción toma una dimensión nueva donde la letra, a pesar de ser la misma, suena más profunda, llega más a fondo en el corazón y cuando el resto de instrumentos se incluyen a la composición la canción se vuelve un dulce y ligero, pero melancólico silbido que explota con los violines en su último coro y cierra en alto con la sección de cuerdas en su máximo esplendor.
Llega una de las canciones más conocidas y pegadizas del trío Me Pregunto, la cual empieza con un punteo de bajo que da señales de soul que la guitarra y la batería siguen hasta la llegada del famoso coro, el compás de suspenso entre el final de la estrofa y el inicio del coro se vuelve más expectante, con lo que hemos visto hasta ahora, no hay forma de que este coro decepcione, y en efecto no lo hace, la orquesta junto con el sonido de la guitarra mantienen la esencia de la canción, sin embargo los nuevos sonidos dotan a la canción de un toque más imponente, elemento que se repite con la participación de los violines en el siguiente verso. La canción cierra con la hermosa voz de Denisse recitando el último verso de la canción.
Pasamos a Sueño Electro I con No Me Voy A Morir, que abre con un arpa que acompaña la letra junto con la sección de cuerdas y en el contundente coro el piano se integra para dar una versión más conmovedora del conocido tema y en el puente el theremin brilla en manos de Edgar. Los violines se vuelven el único acompañamiento de Denisse en el puente lírico y es una completa maravilla.
Llega el segundo tema inédito de la presentación Solo Dos, que se aleja un poco de las intervenciones orquestales para retomar el espíritu rebelde y un poco desordenado de los teclados y las guitarras, junto con los sonidos retro que caracterizaron al grupo en sus inicios y que aquí regresan a la escena, haciendo de esta canción la única en la que la orquesta no tiene participación.
Dulce Beat regresa para coronarse como el álbum más re versionado del show, esta vez tenemos Mírame, el cual mantiene sus influencias de la bossa nova e integra la orquesta de manera espectacular a lo largo del tema, con un teclado a cargo de Edgar y el otro en manos del talentosísimo Julio Reyes la canción se vuelve más disfrutable de lo que ya era, como oyente no se puede dejar de mover al menos el pie o la cabeza con ese ritmo latino que tanto nos gusta.
La única aparición del álbum Fantasía Pop llega de la mano de uno de los temas más conocidos de Belanova One, Two, Three, Go!, tema con el que personalmente conocí al grupo, y finalmente la banda y la orquesta brillan juntos como solo un tema así de potente les podía permitir, la precisión de los violines junto con la bien colocada batería y la fuerte voz de Denisse hacen que la canción acelere el corazón desde el primer instante y va de a poco erizando la piel hasta que uno no puede evitar cantar junto a Denisse.
Con este épico final cierra Canciones para la Luna, el único show sinfónico de Belanova, pero también una síntesis del sonido y estilo característico del grupo, pasando por sus éxitos más conocidos y algunas sorpresas, el disco es una colección de memorias de una de las bandas más queridas y escuchadas de la década pasada, pero que siguen tan vigentes como en aquel entonces.
19 años
Estudiante de cine
Melómano