Reseña | ‘Barbie’
Debajo del rosa se encuentra una voraz sátira.

Barbie vive en Barbieland, donde todos los días son el mejor día de tu vida, sin embargo su felicidad se ve interrumpida por constantes pensamientos que la hacen cuestionarse su propia existencia. Para que las cosas vuelvan a la normalidad, Barbie tendrá que viajar al mundo real para encontrar la razón por la que la niña que está jugando con ella se encuentra tan triste y cambiar su actitud. Pero pronto descubrirá que el mundo real no es el lugar perfecto e ideal que ella se imaginaba, lo que la lleva a cuestionarse aún más su propósito, mientras tanto Ken, su inesperado y molesto acompañante encuentra el suyo.
Barbie lo es todo, en efecto, en sus más de 60 años de existencia la muñeca Barbie ha sido todo, doctora, maestra, veterinaria, piloto, actriz, bailarina, profesión que se te ocurra, seguramente existe una Barbie. Aunque no eran tan exitosas como ahora, si existían Barbies de otras razas y ahora hay Barbies que representan la diversidad de los cuerpos. Este producto de Mattel ha sido una influencia para las niñas de todo el mundo para convertirse en lo que quieren ser. Un mensaje muy bello e inspirador, sin embargo Barbie también se ha convertido en una figura que promueve estereotipos de belleza y reduce a la mujer a su apariencia. Barbie no parece encontrar su lado, por unos aspecto es un icono feministas y por otros es una herramienta para derrocar el movimiento y cada persona y cada mujer ha elegido por si misma en que bando se encuentra Barbie.
Pero ¿Barbie que quiere? Nadie en la vida se había molestado en preguntarle a la muñeca que opina al respecto. Hasta que Margot Robbie y Greta Gerwig se dispusieron a adentrarse en la mente y el mundo de la icónica rubia para explorar como Barbie se sentiría al descubrir su verdadero impacto en el mundo. Y después de una larga espera, por fin podemos ver en cines lo que Gerwig y Robbie prepararon para nosotros.
Barbie es una película llena de belleza, Gerwig y su equipo hacen un trabajo impecable para traer a la vida el como se vería el mundo donde vivirían las Barbies con las que juegan las niñas, un mundo donde el rosa invade cada aspecto de su ambiente, casas, objetos, autos, este color se respira hasta en el aire. Todos los personajes interactúan como si de verdad hubiera infancias muy jóvenes detrás de sus diálogos y sus movimientos, la realidad y el plástico se vuelven uno mismo, sin embargo eso es apenas y una pieza para la obra camp que la directora cuidadosamente confeccionó. Barbie es una película sumamente entretenida, que tiene algo para todas las personas en el público, y se le puede ver simplemente así. Sin embargo por debajo de las capas superficiales del rosa, Gerwig esconde una sátira complicada, ingeniosa, con comentarios que no dejarán a nadie a salvo de su feroz crítica ni de sus conmovedores mensajes.
Barbieland, el hogar de todas las Barbies y Kens, es un lugar maravilloso y colorido donde todas las Barbies tienen un papel muy importante que fungir, hay una Barbie presidenta, una Barbie doctora, las Barbies dominan esa tierra y por lo tanto hay paz y armonía, todos los días son buenos y no hay nada de que preocuparse. Barbieland parece ser el mundo perfecto al que podríamos llegar si el feminismo cumpliera su objetivo final, un mundo donde las mujeres dominan la sociedad en todo ámbito y los hombres se dedican a, pues a ser hombres ¿Suena maravilloso? Tal vez, pero la mejor pregunta es ¿Es de verdad ese el objetivo final del feminismo?
El movimiento feminista en los últimos años ha tenido grandes victorias, pero al mismo tiempo su ideales se han deformado pues poco a poco el feminismo fue asimilado por corporaciones y transformado en una estética para comercializar, conceptos como el empoderamiento se convirtieron en sinónimo de querer ser parte del sistema, no cambiarlo en realidad. El movimiento se llenó de tantas contradicciones y las únicas que están pagando las consecuencias de esta inconsistencia son las propias mujeres.
Si bien los roles de la mujer han cambiado en los últimos años, eso no significa que las mujeres no son presionadas a cumplir con nuevos roles con tal de ser respetadas, tienen que convertirse en alguien para encontrar su valor como personas, ¿Suena familiar? Sé lo que quieras ser es el slogan de Barbie que todos algunas vez cantamos en la infancia, como ya lo mencioné, es un buen mensaje inspirador, pero Gerwig se ha dado cuenta de que este mensaje también es representativo de la experiencia de muchas mujeres en la actualidad. Es bueno impulsar a las mujeres a buscar una profesión que las llene y las haga felices, pero ¿Qué pasa si no tienen una profesión que perseguir? ¿Qué pasa si no tienen los medios para lograrlo? ¿Cómo eso afecta a su identidad como mujer?
Ese es prácticamente el viaje que la muñeca Barbie a traviesa en la película, la Barbie que conocemos es la Barbie estándar, la que no tiene ninguna profesión, no es de una edición especial, no tiene habilidades particulares, simplemente es Barbie y eso nunca le había molestado porque ella es la raíz que creó su mundo y salvó a las mujeres en el mundo real. O al menos eso es lo que creía hasta que descubre que el mundo humano no es para nada como Barbieland y que no solo ella no es su heroína, sino que más bien es parte del problema, por las razones que ya había mencionado al inicio. Mientras más Barbie conoce más se va encontrando con las incoherencias y contradicciones de nuestra sociedad en la que nadie, y en especial las mujeres, puede dar un paso adelante sin dar dos hacia atrás, entonces con tal de sobrevivir dentro de ella, para bien y para mal, todos esconden lo que son y muestran lo que no son. Esto va desde personas hasta empresas (Mattel no sale limpia de esta película).
Pero Barbie ni siquiera sabe lo que es para esconderlo ni sabe quien quiere pretender ser, ella simplemente existía y se encontraba cómoda con su vida cuando no tenía ni siquiera que pensar en su identidad. Barbie es apenas y un personaje en su propia película, en el sentido que en un inicio no tiene muchas matices, pero mientras más va conociendo a las personas a su alrededor también se va conociendo a sí misma, hasta el punto en que podemos decir que se ha vuelto más que una personaje. Margot Robbie de verdad es Barbie, tanto que en un inicio es capaz de vender a esta personaje como si no hubiera más que un gran vacío en su cabeza, pero su versatilidad es tan amplia que podemos ver en tiempo real como se va llenando de ruido y como experimenta emociones reales por primera vez.
Gerwig toma un rumbo inesperado en la travesía de Barbie y en lugar de enfocarse en su protagonista como tal, nos presenta las historias de otros personajes que se ven impactados por la toma de consciencia de Barbie, una madre e hija que han perdido conexión por las grandes diferencias en las etapas de la vida que se encuentran, America Ferrera es brillante en su papel por la sencillez y admiración con la que interpreta a una mujer común. Y por supuesto Ken, quien está cansado de ser nada más que un accesorio de la muñeca, Ryan Gosling es uno de los mejores actores comediantes de la actualidad y es hora de que se le reconozca como tal, su interpretación de Ken, un personaje plano, irónicamente está llena de matices y aún con sus terribles acciones, siempre mantiene la adoración de la audiencia. De muy diferentes maneras, cada personaje lo único que está buscando es ser visto y respetado por la forma en la que son en un mundo donde la única forma de ser respetado es tener pene y participar en dinámicas jerárquicas basadas en la masculinidad.
Sin embargo, Gerwig no cree que una inversión de roles como la que se vivía en Barbieland sea una solución verdadera, de hecho lo que nos muestra aún si se cambian los lugares en la sociedad, si el sistema se sigue enfocando en la superioridad de algunos de sus miembros y la opresión de otros, lo único que se lograría es que la sociedad entre en un perpetuo ciclo por la búsqueda del poder ¿Cuál es la solución? Gerwig no entra tan de lleno en eso, pues tampoco es su intención darnos una película que explore las formas en que podríamos derrocar el capitalismo, aunque su respuesta es un tanto clara. Pero a través de la propia Barbie si nos da al menos un punto con que defendernos de sus constantes ataques.
La sociedad pone tanta presión en las mujeres que ni siquiera una muñeca sale libre de sus ataques, si es demasiado bonita es malo, si tiene demasiados trabajos es irreal, es un modelo a seguir, es una imposición de estereotipos. Y aún siendo una mujer se enfrentaría a prácticamente las mismas exigencias, parece que no hay escapatoria de un sistema que pone las ganancias por encima de todo lo que es verdaderamente valioso para el humano. Barbie es la transformación de una muñeca/mujer que creía que lo era todo y que al madurar creyó que no era buena para nada, si bien gran parte de la película se dedica a retratar la experiencia de la mujer, es en sus últimos minutos donde se Gerwig se dispone a hablar de una sensación universal.
Todos los humanos en algún punto de la vida nos enfrentamos a la idea de que nuestra vida no era y no será como nos imaginábamos, que no podremos lograr todo eso que queríamos y nos preguntamos si vale la pena esforzarnos tanto por conseguir ese objetivo que nos hará sentirnos completos, que hará que la gente a nuestro al rededor nos mire de verdad. Barbie no nos contesta con un mensaje motivador para que creamos que en efecto vale la pena el esfuerzo de convertirnos buenos en algo, en aceptarnos como algo o buscar ser alguien con tal de que la sociedad nos de un buen lugar en ella. Barbie al final nos dice que la plenitud de la vida no se alcanza siendo lo que queremos ser, que somos suficientes, que merecemos amor y respeto simplemente con ser.
No hay película de este siglo a la que se puedan encontrar tantas similitudes con Barbie, es un tipo de película que no se había hecho a esta escala y que sin duda es el mejor regalo que nos pudo haber dado Greta Gerwig este año. Una película que no nos deja respirar entre tantas risas, pero que una vez que estas terminan, no queda más que lágrimas en nuestros ojos, pero no de tristeza, sino de pura alegría. ¿Es un comercial de muñecas? Puede ser, pero vaya que para hacer un comercial tan subversivo y crítico con su propio producto se requiere de mucha valentía y creatividad. Puede que muchos no lleguen a ver su valor en este momento, pero el tiempo nos permitirá ver que Barbie es una obra maestra que por muchas de sus ideas en el futuro se le verá como una pieza referente de lo que fue la sociedad y lo que se sentía estar vivo en esta época.
Dirección: Greta Gerwig
Guión: Greta Gerwig y Noah Baumbach
Elenco: Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera, Kate McKinnon, Michael Cera, Ariana Greenblatt, Issa Rae, Rhea Perlman, Ana Cruz Kayne, Emma Mackey, Hari Nef, Alexandra Shipp, Kingsley Ben-Adir, Simu Liu, Ncuti Gatwa, Scott Evans, Jamie Demetriou, Connor Swindells, Sharon Rooney, Nicola Coughlan, Ritu Arya, .
Cinéfilo, crítico, swiftie y procrastinador profesional.