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En 2008, J.J. Abrams y el entonces novel director Matt Reeves, irrumpieron en la industria cinematográfica con un misterioso filme que desataría furor y teorías en la época previa a las redes sociales. Usando un tráiler misterioso, juegos de realidad alterna, sitios web que nutrían la mitología alrededor de la cinta y aprovechando el formato found footage, Cloverfield logró convertirse en un éxito.

En 2016, un tráiler anunciaba la llegada de la esperada secuela. Solo un par de meses después, 10 Cloverfield Lane llegó como un sólido thriller que parecía no ser la típica continuación de una saga, presentando nuevos personajes y una historia que presentó aún más preguntas alrededor del Cloververse.

Y en esta ocasión, Netflix presentó el tráiler de The Cloverfield Paradox horas antes del estreno, con un pequeño teaser, mucha expectativa y la promesa de respuestas.

La misión de un grupo de astronautas que buscan lograr una nueva fuente de energía sustentable ante la problemática energética en nuestro planeta, se ve en peligro (al igual que su vida) cuando un intento fallido por accionar el mecanismo que proveerá la energía parece haber desaparecido la Tierra.

Esta entrega sí entrega algunos datos que pueden resolver ciertos hechos de la cinta original, pero nos deja con nuevas interrogantes y una confusión respecto a su ubicación en la línea temporal. Por momentos no está claro si estamos en el año 2008, a pesar de los guiños al ataque del monstruo que vemos en la historia del esposo de una de las mujeres que participa en la misión.

Muchas de las piezas parecen un poco forzadas, pues incluso hay referencias a 10 Cloverfield Lane. Esto puede ser parte del hecho de que estas secuelas comenzaron como cintas sin ninguna relación al Cloververse, y que terminaron reescribiéndose para encajar en el canon.

El elenco tiene a artistas con mucho talento como Daniel Brhül, Zhang Ziyi y David Oyelowo; desgraciadamente, todos parecen un tanto desperdiciados con personajes sin desarrollo y con los que es difícil identificarse.

Al final, The Cloverfield Paradox funciona medianamente al lidiar con temas tratados de mejor forma en el terreno sci-fi, si no tomamos en cuenta los detalles que la unen a las otras dos cintas. Pero como el tercer capítulo de la franquicia, se queda corta en desarrollo y conexión.

J.J. Abrams, esta vez sí queremos respuestas y no solo un nuevo Lost.

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