Reseña | ‘Stranger Things 2’

El año pasado, Netflix lanzó una nueva serie que rápidamente se convertiría en uno de sus más grandes éxitos y se debía a varias cosas, ya sea por el carisma de los personajes, la química del cast, la historia, la música, los homenajes, la ambientación y otros aspectos que llevaron al público a convertirse en una enorme base de fans.
Sin embargo, había un detalle que era difícil de ignorar, la falta de originalidad, el pecado de Stranger Things era que su trama era la suma y adaptación de otras películas y libros de la época, al final parecía una serie escrita por J.J Abrams, dirigida por Steven Spielberg, basada en una novela de Stephen King.
Año y medio después llega la segunda temporada, los viejos personajes regresan, nuevos son presentados, la historia toma un rumbo diferente, muchas cosas han cambiado y otras se mantienen igual, parece que los hermanos Duffer intentan buscar su propio estilo para la serie, así que esta vez dejan a un lado ciertos aspectos que más que homenaje, parecía simple plagio. A pesar de todo, aún con la originalidad obtenida, la serie no logra mantenerse de pie por sí misma.
Los primeros cuatro episodios son lentos, no logran enganchar con sus pequeñas muestras de lo que será la historia de la temporada, intenta guardar misterio para más adelante, pero lo único que logra es que se pierda interés en lo que está pasando. Los nuevos personajes son integrados solo para llenar vacíos y forzar empatía, pero no tienen mayor relevancia.
Estos capítulos dividen al cast en diferentes subtramas que aunque sabemos que en algún momento deben conectarse, se siente como si ese momento nunca fuera a pasar. Así llega la mitad de la temporada y la historia se levanta, las subtramas parecen empezar a conectarse, la tensión aumenta, la acción crece, todo va por buen camino hasta que el capítulo siete se atraviesa en el camino, una historia de relleno y además mal ejecutada que apaga toda la tensión creada, aporta absolutamente nada más que un desarrollo forzado de Eleven y te hace olvidar de todo lo que había sucedido antes, entonces cuando por fin comienza el clímax de la temporada, todo se siente apresurado, forzado, extremadamente predecible y poco emocionante para acabar todo con un cliffhanger forzado para dar paso obviamente, a una ya preparada tercera temporada.
Los elementos que hicieron grande a la primera temporada siguen ahí, las actuaciones, la química del cast, la música, los homenajes, la fotografía incluso es mejor, sin embargo esta secuela no logra llegar al nivel de su antecesora.
Stranger Things 2 va por un nuevo camino, pero al buscar su propio estilo, le costó perder la energía que hizo a la primera temporada tan entretenida.
Cinéfilo, crítico, swiftie y procrastinador profesional.