Reseña | ‘IT: Capítulo Dos’

Derry está llamando…
27 años después de haberse enfrentado a Pennywise, el Club de los Perdedores debe regresar a Derry, el pueblo donde pasaron su infancia, para cumplir una promesa. Sin recuerdos de lo que les sucedió en el verano de 1989, los ahora adultos deberán hacer frente a sus peores miedos si desean librar al pueblo de la presencia de Eso, quien ha despertado una vez más para alimentarse de niños, esperando también la batalla final.
En la primera parte de esta historia, Andy Muschietti logró capturar con gran fidelidad la trama y esencia del libro más conocido de Stephen King. Todos quedamos ávidos por conocer el desenlace y saber si los Perdedores volverían a Derry para enfrentar de forma definitiva a Pennywise. Con el respaldo de la crítica y el público para la cinta, el reto de esta secuela era superar o estar al nivel de lo hecho en 2017.
Para poder reencontrarnos con los Perdedores, el director decidió que antes debíamos presenciar el regreso de Pennywise, un poderoso Bill Skarsgård quien en esta ocasión tiene más tiempo en pantalla como el terrorífico payaso, mostrándose más agresivo que cuando lo conocimos. Así, su primera víctima esta vez no es un niño, dejando claro que cualquier habitante del pueblo puede convertirse en parte de su festín. Este primer ataque se muestra con toda la violencia necesaria para dejar claro que el ente viene dispuesto a acabar con todos los que se crucen en su camino, mostrando el nivel actoral de Skarsgård quien de aquí en adelante logrará aterrarnos con cada escena en la que aparece como Pennywise.
Es entonces que Mike, un correcto pero contenido Isaiah Mustafa, decide contactar a cada uno de sus antiguos amigos, pues todos han abandonado Derry para convertirse en adultos exitosos, excepto él que decidió quedarse para vigilar la actividad de Pennywise. Es así como en pequeños segmentos individuales se nos presentan a las nuevas versiones de Billy, Beverly, Ben, Richie, Eddie y Stan. El tiempo para ubicarlos es diferente, pues queda claro que unos tendrán más peso que otros en el desarrollo de la cinta, pero se nos proporciona la información necesaria para conocer su estatus y comenzar a identificarlos, tanto física como psicológicamente.
Las actuaciones de los nuevos miembros dotan a los personajes de una evolución lógica, conforme a su personalidad y miedos establecidos en la primera cinta. James McAvoy claramente se presenta como el líder del grupo. Convertido en escritor (que no sabe contar buenos finales), su Bill sigue culpándose por ciertos eventos del pasado y parece que no podrá superarlos, a menos que haga frente a Eso.
Jessica Chastain entrega como siempre una gran actuación como la sumisa pero fuerte Beverly, aunque también seguirá atormentada por sus vivencias de la infancia, repitiendo un patrón en su vida como adulto. Su eterno enamorado Ben, Jay Ryan, ha logrado convertirse en un atractivo y exitoso hombre, aunque en el fondo su amor de juventud y sus inseguridades lo siguen marcando.
Bill Hader ha sido elogiado por su interpretación de Richie, el bromista del grupo. Ahora un cómico famoso, seguirá librando conflictos internos y muy escondidos. Aunque sí entrega un poderoso personaje, su actuación realmente no llega a lo extraordinario. Sí, es carismático y puede opacar a los demás en sus intervenciones, pero llega a sentirse un poco fuera de lugar con sus chistes en algunas ocasiones, donde la tensión es necesaria para mantenernos en cierto nivel y lograr inquietarnos, llegando a romper lo logrado. Su mancuerna con Eddie, interpretado por James Ransone, es increíble y nos brindan muchos buenos momentos, dando realce a la gran amistad que los une. El siempre enfermo miembro del club, es otro que repite patrones en su vida, pareciendo que nunca logrará escapar de ellos.
Stan parece ser el miembro más afectado del grupo. Las decisiones del personaje de Andy Bean serán decisivas para que sus amigos acepten o no enfrentarse a Eso, a pesar de su poco tiempo en pantalla, pues les dejarán claro que quizás no estarán a salvo esta vez.
Para cuando se reunen, es notorio que la química del elenco es buena, pero no tanto como la lograda por el elenco infantil en la primera parte. Este punto tal vez sea justificable por el guion de Gary Dauberman y Jeffrey Jurgensen, pues cuando se encuentran ninguno de ellos, excepto Mike, tiene recuerdos de aquellas aventuras que compartieron en el pasado. Conforme avanza la cinta el vínculo se nota más fuerte y para el final, volvemos a tener la intimidad y unión de cuando eran adolescentes.
Los guionistas y el mismo Muschietti decidieron que la historia nos mostrará un poco del origen de Eso, apegándose a lo escrito por King. Aunque la información es poca, es lo justo para entenderlo y de paso, descubrir la forma de derrotarlo. Así, decidieron incluir el Ritual de Chüd en la historia, pero llevándolo a un terreno más entendible y digerible, pues el tiempo en el cine es un factor valioso para que podamos apreciar la cinta. Con esto en mente, tomaron el concepto principal de dicho ritual para presentarnos un duelo de voluntades contra sus peores miedos, con el objetivo de obtener de ello un elemento valioso para cada integrante. Es entonces que el guion decide explorar por separado el camino de cada Perdedor, llegando a perder ritmo al separarlos, volver a reunirlos, separarlos de nuevo y finalmente, reunirlos para el enfrentamiento definitivo. Esto puede provocar que la cinta se sienta lenta por momentos, aunque en realidad siempre se encuentra avanzando.
La inclusión de ciertos eventos que no vimos de la infancia de los protagonistas al estar bloqueados por el poder de Eso, se agradece mucho porque permite recorrer el pasado, refrescar un poco nuestra memoria y poder volver a ver al elenco juvenil que brinda encanto en cada escena en la que participa. Sin duda, es un factor que apuesta por la nostalgia, ya que todos destacaron en la primera cinta, el poder volver a sentirse como esos niños.
Otro error del guion podría ser, como lo mencionamos antes, el incluir chistes innecesarios en algunas escenas donde la tensión construida es la adecuada para brindarnos un buen susto. Con todos los elementos jugando correctamente, incluyendo un buen trabajo en el apartado musical, en lugar de llevar las situaciones al límite deciden romperlas con alguna broma o comentario que nos vuelva a hacer sentir en confianza, cuando lo mejor hubiese sido rematar con algo escalofriante. A pesar de ello, la cinta brinda muy buenos momentos de terror logrados a un gran nivel, aunque en ciertas escenas el CGI es notorio, esto no resta mucho impacto.
Por igual, la inclusión de Teach Grant como un adulto Henry Bowers, puede sentirse un tanto desperdiciada o hasta de más, pues no aporta mucho al desarrollo de la historia, quedando hasta como un capricho nostálgico. Gran error, pues su versión infantil sí se sintió peligrosa y representó un reto más real y cercano para los Perdedores.
IT: Capítulo Dos entrega el esperado cierre para la historia de estos siete amigos con una historia de crecimiento, aceptación y enfrentamiento a los peores miedos de la vida. Apoyada por las buenas actuaciones del elenco, tanto adulto como juvenil, logra un buen final para la aventura, a pesar de algunos detalles que pudieron derivar en grandes errores, el trabajo en la dirección de Muschietti logra que el resultado sea una cinta divertida y aterradora a partes iguales, aunque no logra estar al nivel de su predecesora, nos brinda una grata experiencia.
Título original: IT: Chapter Two
Dirección: Andy Muschietti
Guion: Gary Dauberman & Jeffrey Jurgensen
Elenco: Bill Skarsgård, James McAvoy, Jessica Chastain, Jay Ryan, Bill Hader, Isaiah Mustafa, James Ransonse, Andy Bean, Jaeden Martell, Sophia Lillis, Jeremy Ray Taylor, Finn Wolfhard, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, Jackson Robert Scott, Joan Gregson, Nicholas Hamilton, Teach Grant, Xavier Dolan, Tayor Frey, Jake Weary, Erik Junnola, Connor Smith, Javier Botet, Jess Weixler & Will Beinbrink
Cinéfilo desde tiempos inmemoriales. Podcaster. Me gustan los libros y los videojuegos. Adicto a los dulces.