Un divertido e incorrecto recuerdo del fin de la infancia.

Max (Jacob Tremblay) es invitado a su primer fiesta de besos por los niños populares de su escuela, por lo que decide llevar también a sus dos mejores amigos, Lucas (Keith L. Williams) y Thor (Brady Noon). Sin embargo, ninguno de los tres sabe cómo besar, por lo que usan el dron de trabajo del papá de Max para espiar a su vecina y su novio. Descubiertos, deberán recuperar el dron antes de que el padre de Max regrese de viaje, lo que los llevará a meterse en más y más problemas.

La premisa de esta comedia para adultos, protagonizada por tres niños que no llegan a los 16 años de edad, es sencilla, porque en su desarrollo y su trasfondo es en donde la profundidad aparece. Armada como una comedia de enredos, cada decisión que los protagonistas toman, les llevan a caminos más complicados por resolver y al mismo tiempo los encamina a su objetivo principal: la fiesta de besos.

Y sí, su objetivo es sencillo e infantil porque estos tres niños aún se encuentran lejos de la malicia que les espera en el mundo exterior. Pero es justo en este momento que comenzarán a descubrir el sexo, las drogas, las relaciones amorosas y más, pero aún desde un punto de vista externo, conociendo los conceptos pero sin verse involucrados aún en ellos. Esto hace que el camino de la infancia a la adolescencia sea divertido y esclarecedor, sin conllevar mayores consecuencias todavía, permitiéndoles conservar ese atisbo de inocencia que aún no deben perder.

Y es justo que todo se desarrolla por el sólido guion escrito por Lee Eisenberg y el mismo director de la cinta, Gene Stupnitsky. Quizás muchas de las situaciones pueden llegar a lucir exageradas, pero eso era necesario para lograr ese ambiente problemas en el que los niños se ven envueltos, obligándolos a buscar soluciones aún más tontas e increíbles. Pero además de chistes inteligentes y diálogos en los que abundan las groserías, la historia esconde un mensaje sobre el valor de la amistad, la familia, el crecer y lo que significa perder ciertas cosas en el camino. Aquí, el trío principal transita entre estos temas de una manera fluida y conmovedora, incluso llegando a arrancar sollozos y lágrimas. Pero todo se encuentra balanceado con la comedia para no perder el camino. Y estos niños tienen un talento natural para hacerte reír y conmoverte por igual, ese es el verdadero punto fuerte de la cinta, la veracidad de las actuaciones de sus protagonistas.

Aunque a simple vista pueda parecer una cinta más sobre las escuelas o ser adolescente, Chicos buenos esconde en sus capas una sincera reflexión sobre el intenso viaje de crecer y lo que vienen con ello, aderezado de vulgaridad, risas, juguetes sexuales y mucho corazón.

Título original: Good Boys
Dirección: Gene Stupnitsky
Guion: Lee Eisenberg, Gene Stupnitsky
Elenco: Jacob Tremblay, Keith L. Williams, Brady Noon, Molly Gordon, Midori Francis, Josh Caras, LilRel Howery, Millie Davis, Chance Hurstfield, Enid-Raye Adams, Lina Renna, Benita Ha, Ian Hawes, Maja Aro, Sean Quan, Vicky Lambert, Nevis Unipan, Esabella Anna Karena Strickland, Cody Davis, Craig Haas

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