Reseña | ‘Juegos Inocentes’ (The Innocents)
Con una premisa llamativa y momentos de shock logrados, “Juegos Inocentes” toca conceptos oscuros de manera ingeniosa, siendo un gran ejemplo de aquel cine impactante con profundidad temática.

Ida (Rakel Lenora Fløttumva) es hija de una pequeña familia que está mudándose a una unidad habitacional humilde. Su familia se compone de su madre (Ellen Dorrit Petersen), su padre (Morten Svartveit), y su hermana Anna (Alva Brynsmo Ramstad) quien padece autismo, lo que genera cierta aversión y hostilidad por parte de Ida hacia ella. Saliendo a jugar al patio compartido de este nuevo hogar, se hacen amigas de dos niños vecinos, Ben (Sam Ashraf) y Aisha (Mina Yasmin Bremseth Asheim), quienes descubren han desarrollado poderes de la mente, telequinesis y telepatía.
El argumento de Juegos Inocentes, segundo largometraje de Eskil Vogt (que entre otras cosas es coescritor en películas de Joachim Trier) presentado en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2021, es bastante conciso a la vez que se trabaja de manera extremadamente verosímil, cualidades narrativas a la que en teoría debería aspirar cualquier argumento cinematográfico. Desde los primeros minutos se establecen los poderes psíquicos de los niños, sin ahondar en el origen o desarrollo de estos, simplemente están y Vogt hace funcionar este concepto a través de la implementación orgánica de estos. Aunque ante todo haya que reconocer la extraordinaria labor del montaje, cómo a través del acomodo y contenido de los planos se logra la impresión de estos poderes.
De allí, la historia tiene un giro oscuro que plantea lo peligroso que sería que existieran estos poderes, y si estos cayeran en manos de niños que siguen desarrollando su empatía e idea de maldad. Este es un filme que medita sobre la crueldad y hasta dónde puede llegar ésta, siendo vista desde actos cotidianos, a través del desdén de Ida hacia su hermana, hasta llegar a los actos más despiadados provocados por los poderes psíquicos. Con estos actos, algunos más inconscientes que otros, se retrata el dolor que se puede infligir con nuestras acciones o con lo que decimos.
Hay una gama de filmes que exploran la oscuridad de este tema, desde las películas de Veronika Franz, Buenas Noches Mamá (2014) y La Cabaña Siniestra (2019), pasando por la mexicana Veneno para las hadas (1986) de Carlos Enrique Taboada, o la danesa La Caza (2012) de Thomas Vinterberg, por mencionar algunas. Lo que une a estos títulos, a los que se suma Juegos Inocentes, es lo escabroso que puede ser ver a un niño cometer los actos que efectúan los personajes de las películas. Siendo un grado de maldad plausible al entender la falta de entendimiento de la crueldad que un niño posee.
La película es magistral en cómo hace llegar a sus últimas consecuencias esta idea, ya sea a través de escenas de violencia gráfica que resultan difíciles de ver, e impactantes por lo repentinas que llegan a ser, incluso llegando a tener momentos que se tornan en pesadilla, literalmente, cuando se controla la mente de una víctima. Pero sobre todo, es sobrecogedor por el desarrollo que se les da a los personajes, siendo destacable que quienes cargan con el argumento son infantes. Estos tienen complejidad y arcos de personaje excelentemente establecidos, por lo que resulta decisivo cuando hay enfrentamientos y por el destino que cada participe va teniendo.
Juegos Inocentes funciona de distintas formas, pero en todas lo hace de manera destacable. Ya sea como un relato de terror, en la creación de sus momentos inquietantes, como hipótesis sobre la perdida de la inocencia y de cómo se genera la maldad, e incluso como relato de una comunidad (los niños, sus padres, y su convivencia como vecinos). Ésta es una película que no debe pasarse por alto no sólo por su elemento de shock, que es el que más ha sonado desde su exhibición en Cannes, sino que también toca conceptos oscuros de manera ingeniosa. Siendo un gran ejemplo de aquel cine impactante con profundidad temática, como lo podría ser “Mártires” (2008) de Pascal Laugier o “Voraz” (2016) de Julia Ducournau.
Título original: De uskyldige
Dirección y Guión: Eskil Vogt
Elenco: Rakel Lenora Petersen Fløttum, Alva Brynsmo Ramstad, Sam Ashraf, Mina Yasmin Bremseth Asheim, Ellen Dorrit Petersen, Morten Svartveit
François Truffaut decía que todos tenemos dos profesiones, a lo que nos dedicamos realmente y a ser críticos de cine. Soy camarógrafo y editor de video, pero ante todo soy cinéfilo y crítico de cine. Escribo y hablo de cine en mi página personal, Cinemacritic.