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Edgin, un bardo fracasado, y Holga, una guerra exiliada, fueron engañados por su compañero Forge para robar un tesoro y son atrapados en el intento. Años después de estar encarcelados, buscan hacer justicia robando el tesoro de Forge, quien ha estado disfrutando de los frutos de sus atracos para sí solo e incluso se convirtió en el Señor de la ciudad Neverwinter y recibió en su cuidado a Kira, hija de Edgin y a quien ha estado mintiendo para alejarla de él. Para recuperar a su hija y conseguir ese tesoro en el que se encuentra una reliquia que podría traer a la vida a su esposa, Edgin deberá reunir a un equipo con las habilidades necesarias para realizar el atraco, sin embargo ninguno de ellos parece estar lo suficientemente preparado para el peligro al que se enfrentan.

Por décadas, Dungeons & Dragons o Calabozos y Dragones es uno de los juegos de mesa de rol más famosos del mundo, su popularidad lo ha llevado a expandirse a otros medios, uno de ellos el cine. Sin embargo ese salto no fue exitoso y se perdió la oportunidad de hacer una franquicia. Entre limbos legales y el temor del fracaso, pasaron más de 20 años para que este juego volviera a la pantalla grande con Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones que llega a cines este fin de semana.

Si algo es notable entre muchas de las peores adaptaciones de juegos y videojuegos para cine es que estas nunca le dan al espectador casual una idea solida de lo que caracteriza al juego o que lo hace tan especial, por lo que terminan siendo películas genéricas y olvidables. Nunca he jugado Calabozos y Dragones, soy vagamente familiar con el concepto y conozco un par de datos, sin embargo no tengo la más mínima idea de como realmente es jugarlo, pero creo que ver Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones me dio una buena impresión de como debe ser. 

En su estructura, Calabozos y Dragones es una película de aventuras y fantasía muy común, sigue a un grupo de personajes que tienen una misión y para lograrla se embarcan en misiones más pequeñas en las que reciben ayuda de nuevos aliados y se encuentran con numerosos obstáculos y enemigos que deben superar para obtener objetos que necesitan para lograr su objetivo y/o vencer al villano. Bastante normal, sin embargo los directores Jonathan Goldstein y John Francis Daley se apoyan en su sentido del humor y en la construcción de sus personajes para elevar la fórmula a algo mucho más especial que el público puede disfrutar.

Goldstein y Daley nos presentan a sus personajes que si algo tienen en común es que son marginados, inexpertos, fracasados o simplemente torpes, son personas comunes dentro de un mundo de fantasía del que parece que no conocen demasiado. Es a través de las fallas de sus personajes que los directores encuentran formas de transmitir la experiencia del jugar Calabozos y Dragones, primero los trasladan del juego a la pantalla grande y luego hacia el público que la está mirando. Goldstein y Daley escriben sus chistes y diálogos como si fueran interacciones entre personas que están jugando el juego, podemos escuchar sus dudas de las reglas, sus quejas de lo que no tiene sentido, sentimos su emoción con cada victoria, pero también su frustración con cada fracaso. Pero que todo a lo que se enfrentan les ayuda a seguir adelante para convertirse en la mejor versión de sí mismos, así como los fans se convierten en expertos del juego. Y logran hacer esto sin tener que caer en meta-ficción o en un tipo de humor que denigre los valores del juego, hay burla, pero viene desde el cariño a este. 

Muchos miembros del elenco ya habían jugado Calabozos y Dragones, algunos ya eran fans y otros lo jugaron por primera vez ( y luego está Hugh Grant quien nunca, ni antes ni ahora, lo ha jugado), sea cual sea su caso es notable que saben muy bien lo que están interpretando. Chris Pine es un gran actor y puede hacer a un personaje patético con facilidad, pero lo sorprendente es como usa ese carisma para convencernos, al igual que el propio personaje, de que no es patético y más bien es muy agradable. Michelle Rodríguez interpreta como es usual a una mujer fortachona estoica, pero aquí nos demuestra que puede hacer más que ser una presencia y hace de su personaje no una mujer agresiva, sino una ingenua y tierna. Justice Smith y Sophia Lillis hacen un buen trabajo en el que sin esforzarse mucho se ganan a la audiencia. Regé-Jean Page aparece muy poco, pero cada escena en la que aparece es absorbida por su presencia. Y Hugh Grant, pues es uno de los mejores y esta etapa de villano que ha tomado en sus últimos años le está sentando muy bien. En conjunto son geniales, sus interacciones son muy graciosas, pero lo más importante es la forma en la que se van acercando para convertirse en un equipo y hasta más que eso. Tal vez no sea el mensaje más original, sin embargo con el trasfondo del juego se vuelve un tanto más conmovedor, pues nos habla de como sus jugadores han logrado crear una gran comunidad al rededor de este.

Sin embargo no todo está en las interpretaciones y el guión, Goldstein y Daley buscan que todo elemento de la película se sienta salido de un juego de rol, en los escenarios no buscan realismo, prefieren que todo quede con cierto grado de falsedad, que se vea plástico. El vestuario y maquillaje está hecho con esfuerzo, pero de nuevo el realismo no es el objetivo, en lugar de eso buscan que sean trabajos que hasta los fans pueden realizar. Puede lucir barato, pero es importante para la inmersión en la historia. Aunque a veces la ambición del estilo visual de los directores si rebasa las posibilidades de su presupuesto y en muchas escenas los efectos especiales lucen poco trabajados, quitándole un poco de espectacularidad a las secuencias.

Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones es una película perfecta como entretenimiento, remite a películas de aventuras ochenteras que no buscaban más que eso. Probablemente va a satisfacer a los fans, pues solo ellos podrán decir si esta representación es fidedigna de su experiencia. Y también es excelente como una invitación para todos los que no hemos jugado, pues nunca se siente como un comercial, más bien como una demostración que dispara la creatividad. En mi caso así fue, aunque dudo tener la paciencia para jugarlo. Pero la película sin duda será fácil de ver un par de veces más y seguramente muchos en el público sentirán lo mismo.

 

 

 

Dirección: Jonathan Goldstein y John Francis Daley
Guión: Jonathan Goldstein, John Francis Daley y Michael Gilio
Elenco: Chris Pine, Michelle Rodríguez, Justice Smith, Sophia Lillis, Chloe Coleman, Daisy Head, Regé-Jean Page y Hugh Grant

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