Alan Scott, el primer linterna verde, y su nueva apertura de género
¿DC Cómics solo busca atención?

En 1997 entré al mundo de los cómics atestiguando la pelea del siglo en DC vs Marvel. Han pasado 24 años de eso. La industria ha cambiado muchísimo y, desafortunadamente, han jalado entre sus patas a los personajes que amamos.
Los tiempos eran muchos más sencillos, con arcos argumentales de entre cinco y diez números y, cuando la cosa era ambiciosa, había algunas apariciones especiales de personajes famosos o, por lo menos, del equipo más famoso de la época.
El mercado fue cambiando, hasta que lo importante eran los mega eventos donde todos los personajes de la época aparecían. Al principio esos arcos eran para dar paso a algo importante, un cambio en el estatus quo, pero eventualmente sólo se hacen para generar curiosidad sin que haya un cambio real en el universo o los personajes involucrados.
Claro, los cómics son de acción, misterio, terror, etc… pero sobre todo, hablan de los humanos, de lo que somos… Lo malo es que todo lo que se ha creado en los cómics está sujeto a ediciones para motivar/empujar las ventas.
Son años socialmente difíciles. Todos tienen sus batallas. O no. Pero podíamos disfrutar cosas emocionales pero banales como los cómics, de acción e historias de superhéroes. Narraciones que normalmente iban en el género detectivesco, como Batman y Flash, que tenían que descubrir quién era el criminal para llevarlo ante la justicia, o de género fantástico o ciencia-ficción, donde era una aventura no necesariamente persiguiendo a un villano, pero que era normalmente en escenarios irreales, como Superman y la Legión de Superhéroes en el lejano futuro.
Yo creía, inocentemente, que mientras más antiguo y consistente fuera un personaje, menos probabilidades tendría de ser afectado por la modernidad… Por ejemplo, si tienes a un personaje que lleva 70 años de una forma, pues si se le hiciera un cambio que va en contra de la narrativa que ha tenido, a sus lectores les sería discordante, ¿no?
Claro, la Mujer Maravilla, Superman y Batman son sujetos recurrentes para “reinventarse” y “reajustar” por ser los pesos pesados de DC Cómics… por eso es que soy fan de los Héroes de la Era Dorada, la Sociedad de la Justicia de América, personajes creados o inspirados entre 1938 y 1945, que representaban lo más noble y simple de ser superhéroe y de crear legados.
La lista es larga, pero tenemos a Sandman I Wesley Dodds, Flash I Jay Garrick, Wildcat Ted Grant, el complicadísimo Hawkman… y, uno de mi favoritos, Green Lantern I, Alan Scott.

La historia va así: Alan Scott es un un ingeniero zurdo que obtiene una linterna de tren que es en realidad un meteorito -autonombrado Starheart- que contiene toda la magia del universo. Alan es guiado por la Starheart para hacer una anillo del metal de la linterna para usar este poder para luchar contra la injustica a pura fuerza de Voluntad, que es lo que controla la flama mágica verde, y crear cualquier cosa que pueda imaginar. Una mezcla entre Aladino y la Lámpara Maravillosa y Sigfried y el Anillo Nibelungo.
En su vida personal, se casó dos veces: su primera esposa, Rose Canton, tenía Trastorno de Identidad Disociativo -lo que entonces se conocía como Personalidad Múltiple-, lo que hacía que tuviera un lado siniestro de nombre “Thorn” que era una criminal y con la que tuvo que luchar, sin darse cuenta nunca que era en realidad su esposa. Rose, temerosa de que Thorn pudiera dañar a Alan, lo abandona sin saber que está embarazada.
De esta relación nacen Jade y Todd, de los que Alan no sabe nada sino hasta muchos años después.
El segundo matrimonio de Alan es con Molly Mayne. La típica admiradora que se disfraza para atraer la atención de su ídolo, Molly creó la identidad secreta de Harlequin para hacer travesuras en la ciudad que llamarían la presencia de Linterna Verde. Después de muchas andanzas, y saber que su primera esposa estaba muerta, Alan se daría cuenta de que se había enamorado de Molly y la buscaría para casarse con ella.
Alan descubre que tiene dos hijos y que han heredado poderes de la Starheart: Jade, con poderes de luz verde, y Todd, con nombre código Obsidiana, que controla las sombras y oscuridad. Asume su responsabilidad de padre con ellos y es uno de los pocos héroes de la Era Dorada en tener algo parecido a una familia completa.
En un movimiento muy valiente de DC Cómics en ese momento, desarrollan que Todd es homosexual y, tratando de adaptarse a los tiempos, y con todo su amor, Alan acepta a Todd tal cual es, apoyándolo y demostrando la complejidad de la era para adultos y jóvenes incluso en las mismas familias.
Todo va bien hasta el momento.
DC Cómics, incapaces como siempre de mantener una historia por más de 20 años, echó bajo el tapete el universo post Crisis en las Tierras infinitas, Post Hora Cero y comenzó una serie de crisis innecesarias, comenzando con Día de Venganza, pasando por Crisis Infinita y Crisis Final, que revolvió y deshizo toda la estructura ordenada que había en la New Earth… nomás por las ventas… y ganamos… absolutamente nada.
Al no poder sostener este universo, DC relanzó sus comics en Los Nuevos 52, donde reinstauraban el Multiverso y una Tierra 2, donde se crearía una actualizada Sociedad de la Justicia y un Linterna Verde Alan Scott… pero como debía ser moderno y políticamente correcto, para motivar ventas, ahora era gay.
No es que fuera malo que fuera gay, lo triste es cómo se manejó al personaje: Antes de que el público conociera esta nueva Tierra 2 llena de oportunidades. DC Comics reveló que uno de los personajes clásicos de la Sociedad de la Justicia sería ahora homosexual, tratando de ser más incluyentes.
Había muchas opciones para elegir: Dr. Fate, el hechicero más poderoso de la Tierra; Mr. Terrific, uno de los humanos más inteligentes y atléticos del mundo; Tarántula, un escritor de novelas de detective que decide convertirse en vigilante enmascarado… incluso el Sandman original, Wesley Dodds, el primer superhéroe en relacionarse con el mundo de los Sueños, pudieron dar pie a historias de apertura de género interesantes respecto a las culturas de los años 40 comparadas con los 20X0s.
Pero revelaron el misterio de inmediato, argumentando que no debía ser gran cosa. Pero pareció todo lo contario con ese precario manejo. Como si la venta de ese título dependiera más del morbo que de qué tan bien estuviera escrita la historia.
La inclinación sexual fue lo único relevante del personaje o, como se dice en el medio, ése era su “gimick”. El origen era muy similar, Alan viajaba en un tren cuando hay un accidente y es el único sobreviviente. La variante aquí es que viajaba acompañado de su novio, Sam, al que le acaba de proponer matrimonio. Antes de que Sam pueda responderle, sucede el accidente. Cuando Alan sale del desastre, recibe los poderes de The Green para ser el heraldo de la flama verde. Alan usa como conducto del poder el anillo de matrimonio que le daría a Sam.
Obviamente, al ser un personaje mucho más joven, nuevo y, abiertamente gay, la historia impedía que existiera en ese momento Jade y Obsidiana, cosas elementales del Alan de la New Earth que enriquecían su legado.
Los Nuevos 52 no funcionaron muy bien en su segundo año y tuvieron que borrar muchas de las nuevas cosas que acababan de sacar. Tristemente, el Alan Scott “Gay” se quedó y el Alan Scott original, el que estaba casado y con dos hijos, ya saben, con historia, se perdió en la oscuridad.
Hasta el 2021, cuando publican Infinite Frontier, En una aventura de Multiverso, el Flash III, Wally West, usa la Silla Mobius del Nuevo Dios Metron para fusionar varias Tierras y así curar la línea del tiempo, estabilizando el Multiverso. A lo largo de la historia se rescató a sus hijos, Jade y Obsidiana, y, eventualmente a la Sociedad de la Justicia original. Con un Alan Scott en su traje rojinegro… Peeeeero no era el mismo Alan que vimos por última vez en octubre de 2011.
Este Alan también se reveló gay frente a sus hijos que de inmediato lo aceptaron tal y cómo era.
¿Por qué? ¿Porque no pueden traer al Alan original y nos traen a este de otra Tierra paralela? ¿Ventas? ¿Corrección política?
¿Qué sigue? ¿Que los personajes pelirrojos son afroamericanos en realidad? -Ups-
¿Que Superman siempre ha sido malo y que Lex Luthor tenía razón?
¿Los padres de Batman no fueron asesinados?
¿Aquaman es alérgico al agua?
Sé que por el momento es malo ser hombre y heterosexual, y ya no muchos jóvenes quieren ser eso (como el hijo de Superman, Jon, que se “abrió” como bisexual) pero, basados en su historia, eso es Alan Scott. Hasta que llegó el reboot.
¿Qué implicaciones tiene que ahora resulte que siempre fue gay?
Inicialmente que sufrirá la, por ahora, desaparecida Molly, la hasta ahora esposa de Alan -y por la que una vez fue al infierno para recuperar su alma porque ella la vendió a cambio de juventud eterna para estar con él-.
Adicionalmente, que el gran arco familiar entre Alan y Todd, cuando Obsidiana se identifica como un joven homosexual ante su padre Baby Boomer, parece muy incómodo, además de que muy probablemente Todd hubiera intentado convencer a Alan, abierta o sutilmente, de salir del closet.
Es triste ver cómo una compañía ignora 70 años de historia de un personaje icónico y su legado para transformarlo en un ícono para un público que tiene menos de 15 años leyendo cómics, mientras que los lectores con un poco más de tiempo tenemos que esperar hasta que un reboot nos regrese, tal vez de casualidad o por nostalgia, algún símil de los personajes que leímos.
¿Se podrían contar historias del Alan Scott previo los Nuevos 52? Por supuesto, un hombre inadaptado al siglo XXI compartiendo sus aventuras de la Segunda Guerra Mundial a la nueva Teen Lantern boliviana para llevarla al camino del heroísmo nombre mientras los gemelos, Jase y Obsidiana, se desarrollan como miembros destacados de La Liga de la Justica o cualquiera que sea el grupo lanza del momento.
DC Cómics no está interesado en mantener un universo y las historias que ya existían. Busca, como influencer, llamar la atención sin un plan ni a mediano plazo. Y como albañil sin conocimientos de lectura e interpretación de planos, luego le toca parchar la obra.
Mientras, el “gimick” genera dinero.