De Príncipes y Princesas.

- Lo que aprendí de las historias de Princesas.
La Industria del Cine nos ha inculcado a lo largo de los años historias de fantasía, el presente artículo se desprende de un pensamiento general “Mujeres en espera o busca de su Príncipe”.
En algunos escritos, he leído la teoría de que gracias a las historias de Príncipes, las mujeres son muy selectivas con sus parejas, ya que esperan encontrar a su “Príncipe Azul”, muchos de estos estereotipos, derivan de las historias que Disney nos ha traído y eso es de lo que hoy me gustaría platicar.

Muchos hemos crecido con esas películas que nuestras mamás nos ponían cuando éramos pequeños, “Blancanieves y los siete enanitos” fue de las primeras que vi cuando aún era un niño, la historia narraba el vivir de una hija que perdió a su Padre y a quien su Madrastra, la despoja de todo, la manda matar y no lo logra. ¿Qué sucede después? Conoce a los 7 enanitos y entabla una relación de amistad muy cordial, se encariñan y llega la bruja malvada (la Reina disfrazada), le da una manzana y la envenena, ¿La solución? El beso de amor del Príncipe… Conclusión – “Vivieron felices para Siempre”.
Esa es la estructura básica de los llamados “Cuentos de Hadas”, tenemos por ahí a La Cenicienta, La Bella Durmiente, La Bella y La Bestia… Hasta aquí, todo parece indicar que la teoría principal tiene razón, “toda mujer, debe esperar a su Príncipe Azul” y por lo tanto, cualquier hombre que la pretenda, debe ser un Príncipe.

Sin embargo, las historias han ido evolucionando, convirtiéndose en historias que nos presentan a una mujer mucho más real, con fuerza y decisiones propias, tal y como lo vemos en “Shrek”, donde al final, la Princesa se enamora de un Ogro y aunque muchos pensarían que sería ilógico, sucede. Si lo analizamos tal y como lo dicen en la película, “debajo de una cebolla hay varias capas”, esa es nuestra premisa, dando a entendernos que Fiona no se enamoró de la apariencia de Shrek en sí, sino de lo que había en su interior.
El problema principal con los cuentos de Príncipes, no es la historia, sino la manera en la que la tomamos como espectadores, las mujeres e incluso algunos hombres que empiezan a buscar también a sus Princesas, las quieren perfectas o perfectos y nunca se fijan en los defectos.

Hoy en día han llegado películas que muestran a los personajes más actuales, con un mejor desarrollo de carácter y con una psicología que se apega más a lo real. Tal es el caso de “Enredados”, historia que nos relata la vida de la Princesa Rapunzel, quien es robada de su Castillo y que conoce a un ladronzuelo sin nada qué ofrecer para hacerla feliz, un personaje que roba y engaña, pero en el fondo, tiene un buen corazón.
También viene a mi mente la historia de Aladdín, en donde sabemos que nuestro personaje principal es un vagabundo o “rata callejera”, que le miente a la Princesa Jasmín por evitar el rechazo cuando se entere de que en realidad no es un príncipe.

Lo que pretendo dar a entender con este escrito, no es que dejen de pensar en Príncipes o Princesas, si no que piensen en ellos como personas reales, como personas que poseen un carácter y una personalidad propia, con defectos y virtudes.
Desde mi punto de vista, Disney no ha creado las historias para que todos pensemos o deseemos a ese “Príncipe o Princesa Azul”, al contrario, ese Príncipe Azul puede estar en cualquier lado, podría ser un Aladdín, que a pesar de no tener fortuna, con detalles y su gran personalidad, enamoró a la Princesa Jasmín. Flynn Ryder, dejó de ser un rufián y se convirtió en alguien a quien Rapunzel pudo amar.
La moraleja de todo esto es que busques a alguien auténtico, que aún con sus defectos, puedas seguir amando y creciendo junto a él, a veces te toparás con muchas capas en la cebolla, pero al final, puede que encuentres lo que estabas esperando.

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