Reseña | ‘La Calle del Terror (Parte 2): 1978’ (Fear Street, Part 2: 1978)

Después de que Sam fuera poseída por la bruja Sarah Fier, Deena y Josh buscan la ayuda de C. Berman, la única sobreviviente de uno de sus ataques, el cual sucedió una noche en el campamento Nighwing en 1978.

La semana pasada se estrenó la primera parte de la trilogía de La Calle del Terror, la cual fue un buen inicio a pesar de sus errores. Este viernes se estrenó La Calle del Terror 1978, que tan solo con leer el titulo queda claro que se trata de una precuela.

Ya teniendo presente el estilo de la primera parte, fue mucho más fácil adentrarse en el mundo de esta entrega. En sus primeros minutos se toma el tiempo para introducir correctamente a sus personajes que por más terribles que lleguen a ser, se puede empatizar con ellos. En especial con las hermanas Berman, interpretadas por Sadie Sink y Emily Rudd, quienes con sus interpretaciones le añaden una capa emocional efectiva a la historia.

Agradezco que Leigh Janiak se haya esforzado en crear personajes completos o minimo agradables antes de entrar de lleno a la violencia, porque una vez que lo hace, la tensión se incrementa al máximo al ver a estos personajes en peligro, preocupa que mueran de maneras horribles. Esta sensación de peligro está presente en todo momento, incluso cuando los destinos de algunos personajes ya están pre-escritos. Y digo que lo agradezco porque es algo que ni los clásicos del slasher lograron hacer.

En general creo que La Calle del Terror 1978 es superior a la primera parte y creo que en parte se debe a que es más original a pesar de tener numerosas referencias a películas como Viernes 13 o Sleepaway Camp, sin embargo hay un aspecto en el que me decepcionó a comparación de 1994 y es que en esa película el gore llegó a niveles extremos con escenas que para bien o para mal se quedan en la memoria. Mientras tanto, 1978 es un poco más contenida en cuanto a la violencia, claro que si tiene y es bastante desagradable, pero aun así me dejó con ganas de ver algo más explícito y creativo.

La necesidad de recordarnos que La Calle del Terror: 1978 es la segunda parte de tres también llega a ser bastante molesto, no es que no tenga que ser una precuela o una secuela, es que no es necesario hacer comerciales de lo que sigue, pues hasta hay una tráiler de la tercera parte al final. Las conexiones pudieron ser más sutiles y si las hay de esa manera, en esos momentos demuestra que funciona bastante bien como una película por sí misma.