Conclusiones del Barbenheimer
Un fenómeno que sobrepasó las taquillas y se atrevió a retar al público a reflexionar.

A una semana del Barbenheimer no quiero dejar pasar la oportunidad de compartir con ustedes amigos lectores, mis conclusiones tras haber visto los dos filmes el mismo día, y los invito a que me dejen en sus comentarios ¿Qué sensaciones y similitudes encontraron en su experiencia?
Debo dejar claro qué, este análisis parte de mis percepciones personales, las cuales afortunadamente, una gran cantidad del publico comparte, por lo que dejaré de lado el aspecto financiero y me enfocaré, exclusivamente en la parte humana.
Quiero partir de la idea qué, a mi parecer las dos películas nos plantean las mismas dos preguntas: ¿Sabemos quiénes somos? y ¿Qué nos impulsa a hacer lo qué hacemos?
La premisa de Barbie que en apariencia es “más ligera” que Oppenheimer, realmente es tan profunda y magnífica como la historia del Prometeo americano.
A mí parecer, ambos filmes invitan al espectador a preguntarse, ¿Qué rol ejerzo en mi propia vida? y ¿Para qué me han indicado que soy valioso?, la respuesta a ambas preguntas para nada es decepcionante, pues tanto Greta Gerwig cómo Christopher Nolan, nos retratan a través de Barbie y del doctor Oppenheimer, los matices de lo que hasta ahora hemos entendido como ser humano, ser seres sujetos a emociones, a preocupaciones, frustraciones, diversas e interminables sensaciones, ambos nos dicen de manera muy clara y fuerte, “aceptarte a ti mismo y no dejar que nadie te diga cómo debes ser, ni cómo actuar, es correcto, eres libre de tomar tus propias decisiones y ser lo que consideres, explotara tus habilidades al máximo potencial”.
Ambas películas nos muestran que no hay solo blanco y negro o bueno y malo, hay una escala enorme de grises en el camino, hay puntos intermedios por los cuales todos transitamos. Dentro de ese espacio intermedio que va de un lado a otro constantemente, el intento de establecer un patriarcado de Kens en Barbieland no vuelve a Ken una mala persona, ya que antes de viajar con Barbie al mundo real, jamás se había cuestionado cuál era su valor para sí mismo, de la misma manera que la creación de la bomba atómica, no convierte al doctor Oppenheimer en un asesino, todos al igual que ellos tomamos decisiones a lo largo de nuestras vidas que serán cuestionadas, y que no satisfacen a muchos, pero debemos mantenernos firmes a nuestras buenas intenciones, a nuestro deseo de alcanzar nuestro máximo potencial, a no temerle al fracaso, y hacer siempre lo que consideramos correcto, ambas películas envían a través de sus 2 protagonistas, el mensaje de auto aceptación, auto exploración y auto conocimiento, el buscar la manera de reconectar con nosotros mismos al sentirnos desorientados y poder saber quiénes somos, estar satisfechos con nosotros mismos y cumplir nuestros sueños, más no las expectativas de los demás, lo cual es válido, ambas nos hacen revalorizar nuestro viaje en este plano, sea largo o corto, con todas sus sensaciones, las no tan agradables y las que nos doblan de risa.
En un mundo compuesto por una sociedad tan variada de gustos y personalidades como la nuestra, es muy valioso que dos productos como Barbie y Oppenheimer se preocupen por hablar de esa diversidad tan grande, el contrastar a los que actúan como se les inculcó y que a veces solo siguen órdenes, lo cual no es malo, y quiénes a través de cuestionar lo establecido y hacer las cosas a su manera encuentran su esencia, su vocación, tal y cómo lo hacen el doctor Oppenheimer y Barbie durante el desarrollo de sus historias.
Es muy probable que solo sea mi percepción, pero, me parece qué, en una industria realmente sobre saturada de personajes con habilidades sobre humanas, con la costumbre de tener que ver 3 o más proyectos para entender el qué vendrá a continuación, es muy valioso y refrescante encontrar dos productos qué, rompen la tendencia y nos recuerdan como la cotidianidad, la humanidad, la sensibilidad y las historias terrenales siguen siendo necesarias y hermosas, sobre todo cuando dos genios como lo son Christopher Nolan y Greta Gerwig están detrás del proyecto
Ambas tramas son realmente humanas y logran a la perfección que el público, empatice con ambos personajes, personalmente me gustaría asegurar que, sin excepción, todos nos hemos encontrado por lo menos una vez en nuestra vida, en momentos similares a los que Barbie y Oppenheimer enfrentan, debiendo encontrar una solución rápida que probablemente no nos agrade, momentos en los que dudamos de nuestros actos y nuestro propósito, y a través de los cuáles construimos nuestro núcleo, aquello que nos hace ser nosotros mismos, aquello de nosotros que deja una huella en los que nos rodean, todos podemos ser una idea que perdure por siempre en los corazones de los que nos quieren o los destructores del mundo.
Coméntanos a ti que conclusiones te dejo la experiencia, ya sea de ver ambas películas o solo una.
Un mago jamás llega tarde, Frodo Bolsón, tampoco temprano, sino precisamente cuando es el momento.