23 de septiembre de 2023
Libro VS Película | "Rojo, Blanco y Sangre Azul", una cinta más del repertorio de Hallmark

Libro VS Película | "Rojo, Blanco y Sangre Azul", una cinta más del repertorio de Hallmark

Cuando iba por la mitad del libro “Rojo, Blanco y Sangre Azul“, de Casey McQuiston, no pude evitar que una idea se me viniera a la cabeza: esta historia NO está hecha para ser adaptada en un largometraje.

Y claro que sabía que así era como la habían trabajado al trasladarla a un medio audiovisual ya que, de lo contrario, honestamente no se me habría ocurrido tocar ese libro por cuenta propia porque no es el tipo de literatura que me gusta elegir. Así que estaba preparado para lo peor.

Y eso fue lo que encontré en esta adaptación, que destaca tanto, a mi parecer, como cualquiera de las películas navideñas producidas por Hallmark Channel (claro que estoy siendo sarcástico).

No creo, en realidad, que la culpa de ello fuera realmente del equipo creativo de la producción, ya que se notó que buscó trasladar, lo más fiel que pudo, las escenas más icónicas de la relación entre el Primer Hijo de Estados Unidos, Alex Claremont-Díaz (Taylor Zakhar Perez), y el miembro de la Familia Real Británica, el Príncipe Henry (Nicholas Galitzine); más bien, la culpa simplemente la tiene la productora, que no confió lo suficiente en la popularidad de la historia para haberle dado el formato que merecía: el de una miniserie televisiva.

La película, en términos simples, es un resumen del libro, que nos narra el nacimiento de un romance entre dos personajes pertenecientes a mundos aparentemente distintos y que se odiaban entre sí. Hasta ahí, todo bien.

El problema es que el texto original es mucho más que una simple historia de amor homosexual, ya que profundiza mucho en temas de autoaceptación y lucha pro derechos LGBT en un ambiente en donde muchas personas siguen aferradas a la idea de las “familias tradicionales“.

La película sólo muestra esos problemas por encima, ya que sólo sigue los conflictos “maritales” entre los protagonistas y la evolución de su enemistad a encuentros sexuales ocasionales y, por último, a una relación de pareja bastante endeble.

Desafortunadamente, la cinta no es lo suficientemente larga para hacer que uno sienta empatía con los personajes o entienda, en mayor medida, sus verdaderas motivaciones, pero resulta lo bastante extensa como para que las escenas físicas y los encuentros entre ambos se sientan planos y tétricos en algunas escenas.

Y eso se debe, también, a que a los encargados de adaptar la novela, el director Matthew Lopez y el escritor Ted Malawer, quienes fueron coguionistas, les pareció que fue una grandiosa idea eliminar a varios personajes importantes en la historia original para combinarlos con otros y hacer que su película fuera más “fluida”.

Esos personajes eran importantes porque le dieron matices a la trama original; ayudaron a construir mejor la idea que uno encuentra de los protagonistas hacia el final de la historia, y no eran meros títeres incidentales de la autora para rellenar espacios, como la mayoría de los personajes secundarios en la cinta sí se sintieron.

Como dije en un principio, era obvio que muchas cosas iban a perderse en esta adaptación por cuestiones de tiempo, pero es muy triste que una gran empresa como Amazon Studios, que ha estado a cargo de otras increíbles producciones inspiradas en libros como “El Señor de los Anillos” y “La Rueda del Tiempo”, le diera tan poca estima a esta historia al grado de que incluso sus escenarios recreados con CGI se sintieran sosos y poco creíbles.

Se aplauden un poco aquellas escenas y diálogos tomados directamente del libro… pero solo un poco, porque ni siquiera se sintieron como en el texto, ya que las versiones de estos personajes se alejaron bastante de sus originales.

Alex, por ejemplo, pasó de ser un chico aguerrido, apasionado y un poco violento, a un Playboy bastante sexualizado y confundido en sus preferencias. Y aunque al principio Henry mostró parte de ese ímpetu que en realidad le pertenecía al Alex del libro, se mantuvo un poco más fiel a su versión de tinta y papel.

No dudo que habrá gente que sabrá apreciar esta película por lo que es, lejos de la adaptación, aunque, en lo personal, creo que hay historias LGBT, tanto originales como inspiradas en otros textos, con mucha mayor esencia y consistencia que este largometraje.

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