Reseña | ‘Matilda, de Roald Dahl: El Musical’

Matilda es una niña que a pesar de ser brillante, sus padres la resienten por su existencia. Por primera vez atenderá a la escuela, su emoción por aprender pronto se desvanece cuando se encuentra con que la escuela está bajo la tiranía de la directora Trunchbull. Matilda se rehúsa a dejarse someter por ella y con sus habilidades, naturales y sobrenaturales, buscará su libertad y la de sus compañeros y amigos.

Todos conocemos la película Matilda, la que Danny DeVito dirigió adaptando la novela homónima de Roald Dahl, se ha vuelto un clásico de la infancia de muchos millenials y uno que otro Gen Z. Está impregnada en la cultura popular y es por eso que las noticias de una nueva adaptación de este libro fue recibida con tanta negatividad (y un poquito de racismo). Es fácil cerrarse a una experiencia nueva cuando se está fijado en el pasado, por eso para hablar de Matilda, de Roald Dahl: El Musical, lo mejor en no volver a mencionar la versión de DeVito.

Netflix nos dio esta Navidad una adaptación a cine del musical de Matilda que fue escrito por Dennis Kelly y Tim Minchin. Dar el salto del teatro al cine en ocasiones puede resultar en que los elementos del primero se mantengan por delante de los del segundo, pero el director Matthew Warchus no quiere solamente llevar la obra a la pantalla si no liberarla de todas las limitaciones del escenario y la realidad, reinventarla con la magia que exige una adaptación del trabajo de Dahl.

Eso nos lleva a ver a los números musicales que comienzan en la nublosa realidad, pero después nos transportan al mundo dentro de la imaginación de Matilda y sus amigos, es en estos momentos donde todo se llena de color y vida, se siente como un respiro de la crueldad a la que se enfrentan. Una vez que estamos de vuelta a la realidad, el contraste que Warchus hace con los tonos es y nos hace sentir el mismo pesar que estos personajes.

Conforme avanza la película ese miedo y temor poco a poco se va convirtiendo en frustración, en coraje y finalmente es el impulso para lanzar una rebelión. Nosotros como audiencia no somos realmente parte de esta, pero es imposible no sentir la adrenalina y la emoción de ver estos niños conseguir su libertad al ritmo de la música. No hay nada mejor para estos tiempos que películas como esta y Pinocho de Guillermo del Toro que están impulsando la desobediencia como el mejor método para luchar contra la opresión.

Pero más que eso es la historia de dos personas que encuentran por obra de fuerzas mayores, que crean una conexión muy profunda al conocer las similitudes de las penas que han sufrido en sus vidas. Es la relación entre Matilda y Miss Honey el corazón de la película y es en su desarrollo donde se encuentran los momentos más conmovedores de la cinta.

Para interpretar a una niña excepcional como Matilda se necesita de una niña excepcional y Alisha Weir lo es con su talento tanto en el canto como en la actuación. Logra expresar con naturalidad esa sensación de rareza en Matilda y su deseo por una vida mejor. Su actuación se complementa gracias a Lashana Lynch, quien entrega una sencilla y agradable actuación, pero sus momentos más fuertes los comparte con Weir.

Las heroínas no serían nada sin una fuerte villana, Emma Thompson apenas y necesita del maquillaje para desaparecerse en Trunchbull, es notable que se divierte siendo la mala y nos da una actuación genial. También hay que decir que el elenco infantil en general está lleno de talento, no importa que tanto o que poco aparezcan en pantalla, estos niños lo dan todo en los números musicales.

Matilda, de Roald Dahl: El Musical tiene mucho encanto, a cualquier persona de cualquier edad que este dispuesto a dejarse llevar por la magia podrá entenderlo. Finalmente es una película que tiene muchas lecciones valiosas sobre la forma en que usamos el arte para expresarnos y desafiar el orden.

Título original: Roald Dahl’s Matilda: The Musical
Dirección: Matthew Warchus
Guión: Dennis Kelly
Elenco: Alisha Weir, Lashana Lynch, Stephen Graham, Andrea Riseborough, Sidhu Vee, Winter Jarrett Glasspool, Andrei Shen, Ashton Robertson, Meesha Garbett, Charlie Hodson-Prior, Rei Yamauichi Fulker, Carl Spencer, Lauren Alexandra y Emma Thompson