Libro VS Película | “El Club de los Lectores Criminales”, demasiado corto para funcionar
¿Qué tanto honor le hizo al libro?

Libro VS Película | "El Club de los Lectores Criminales", cumplidor… pero palomero
Desafortunadamente, la mayoría de las productoras/streamers le han apostado bastante mal últimamente a las adaptaciones de libros a audiovisuales, y eso se debe a que buscan mostrar que aparentemente le tienen fe a los proyectos que compran, pero luego les cortan las alas y hacen que queden producciones… pues como esta.
Aunque aguas: no es que la película “El Club de los Lectores Criminales“, inspirada (no basada, tampoco confundamos términos) en el libro homónimo de Carlos García Miranda, sea mala; todo lo contrario. El problema es que, como muchas otras adaptaciones, cortó demasiados pedazos de la trama original y sólo dejó la esencia del libro para que lo disfrute el vulgo.
Pero repito: mala no es. Como película slasher, la verdad es que se trata de un largometraje bastante decente, el cual nos sitúa en un momento crítico en la vida de Ángela, una estudiante de Literatura quien sufre de acoso sexual por parte de un superior y por lo cual busca venganza puesto que la persona la amenazó con destruir su futuro si se le ocurría abrir la boca.
Por eso, ella y otros amigos, con quienes se juntó para un club de lectura sobre payasos asesinos, deciden tomar el asunto por sus propias manos: se visten de payasos para acosar al victimario y obligarlo a sufrir una penuria del mismo tamaño que la de Ángela.
Pero las cosas se les van de las manos, y terminan siendo los causantes de un asesinato accidental que empieza a perseguirlos a través de la culpa. Y lo peor de todo es que parece que un espectador del crimen, puede que dentro como puede que fuera del grupo principal, los está amenazando con asesinarlos uno a uno por lo que hicieron, contando su historia a través de una novela amateur que sólo ellos saben que no es ficción.
En eso es donde más coinciden ambas historias, aunque la manera de llegar del punto A al punto B es donde empieza a cambiar todo, tanto a través de elementos diminutos y sin tanta relevancia para la trama, como el nombre del asesino, quien en el libro se hace llamar PayasoUCM y en la película, MadClown (o Payaso Loco), hasta otros más graves para la historia, como la cantidad de asesinatos, que en la cinta son mayores a los del texto.
Y esta última parte se debe, en mayor medida, al cambio en el tono de ambos productos: en realidad, la novela no es un slasher sino una narración de terror psicológico, que juega con la idea de quién podría ser el homicida detrás del anonimato y sus razones para cometer los crímenes, mientras que el filme juega con la idea de la supervivencia de la protagonista y la espera tortuosa de la siguiente víctima.
Lo que jugó principalmente en contra de la película, más allá del formato mismo, fue la duración que Netflix y sus productores decidieron darle: el filme goza sólo de una hora con treinta minutos, con lo cuál sólo se alcanzó a mostrar fidedignamente el inicio, partes del segundo acto y la esencia del final.
Y aunque a veces uno como espectador llega a juzgar muy duro a los principales encargados de los proyectos audiovisuales (directores y guionistas, en el caso de largometrajes, y showrunners cuando hablamos de televisión), ni siquiera ellos tienen la última palabra sobre lo que aparece (o no) en pantalla, sino los propios productores. A ellos son a quienes debemos culpar de tener versiones tan pobres de adaptaciones de increíbles historias.
En este caso particular, fue el propio autor de la novela a quien se le encargó la tarea de armar el guion de la cinta, y yo me atrevo a defender su trabajo porque, tras leer su novela, sé que hizo lo mejor que pudo para honrarla en el poco tiempo que se le dio. Pero, siendo bien honestos, haber llevado la historia original en su totalidad y con la calidad que merece se habrían necesitado entre 4 y 5 horas de producto.
Además, algo que también le jugó en contra a la trama es que el texto estaba plagado de referencias a varios trabajos del Rey del Terror, Stephen King, ya que incluso el primer asesinato está inspirado en una de sus más populares obras: “It”. Y por cuestiones de derechos audiovisuales, todos estos detalles que enriquecieron a la historia tuvieron que transformarse o, simplemente, eliminarse por completo, algo que afectó incluso en la psique y motivación de varios actuantes.
Sin duda, los fans de producciones como “Scream” o “Élite” sabrán apreciar este largometraje por lo que es, el cual trae una producción bastante positiva y demuestra que en España se producen contenidos bastante interesantes y disfrutables.