Prepárate para un divertido y cumplidor viaje.

Como parte de las historias complementarias que Disney está llevando a cabo para el universo de Star Wars, esta vez decidió enfocarse en uno de los personajes más queridos por los fans de la saga: Han Solo.

La cinta dirigida por Ron Howard (luego de que Phil Lord y Christopher Miller abandonaran el proyecto), nos relata una historia de origen, previa a los acontecimientos del Episodio IV. Aquí conocemos a un joven Han (Alden Ehrenreich) que vive en el planeta Corellia junto a su primer amor Qi’ra (Emilia Clarke), bajo las órdenes de Lady Proxima. Después de un fallido plan de escape, Han decide unirse a las fuerzas imperiales para convertirse en piloto y rescatar a Qi’ra. Es entonces que conoce a un grupo de contrabadistas liderados por Tobias Beckett (Woody Harrelson), a quien se unirá y se convertirá en su mentor en este peligroso mundo.

El viaje en el que conocemos la historia detrás del carismático traficante no busca arriesgarse ni ahondar demasiado en nuevos aspectos del universo fílmico al que pertenece. Podemos decir que no aporta nada nuevo a la saga.

Desarrollándose entre La venganza de los Sith y Una nueva esperanza, podemos decir que tiene el camino listo, además de que ya conocemos el final del personaje principal. Pero es aquí donde falla el desarrollo del protagonista, pues no hay un crecimiento para lo que sabemos en que se convertirá. Vemos el inicio de su relación con Chewbacca, pero pareciera que se están guardando momentos importantes que demuestren la fortaleza de su amistad para una (casi segura) continuación. A esto añadimos la tibieza con la que Alden personifica a Solo, cosa que tal vez hizo para mantenerse en una zona segura y que le resta mucho a su actuación.

Otro emblemático personaje, a pesar de su breve aparición en la saga, es Lando Calrissian. Somos testigos de su primer encuentro con Han y del nacimiento de la relación de amor-odio entre ellos. Es notorio el carisma de Donald Glover, quien logra robarle cuadro a Ehrenreich cada vez que comparten la pantalla. Caso similar con Harrelson y Clarke, que aunque no brillan como nos tienen acostumbrados, logran interpretaciones sólidas de sus personajes. Mención aparte para la androide L3, interpretada por Phoebe Waller-Bridge, quien arranca carcajadas con cada diálogo y aparición.

Sin embargo, no todo está perdido, ya que logra contar una historia entretenida que bebe del cine western y un poco de las cintas sobre robos. El hilo conductor es el conseguir un hipercombustible llamado coaxium para entregarlo a Dryden Vos, líder de la organización criminal Alba Escarlata, un sorprendente y peligroso Paul Bettany. La historia entonces se embarca en un juego de traiciones y mentiras, que a pesar de navegar entre clichés, logra secuencias emocionantes y una trama sencilla de seguir.

La cinta tiene diversas referencias a lo que sabemos sucederá en algunos años dentro de la cronología de Star Wars y también algunas otras a momentos o frases que conocemos de sobra, icónicos en la saga.

Al final a pesar de tener muchos errores y quedarse corta por contar una historia que al momento parece un tanto irrelevante para el protagonista, Ron Howard logra un producto que entretiene y satisface al público, seguro un poco más a los fieles seguidores de este universo pues como dijimos, tiene diversos guiños y un regalo extra en los últimos minutos, que también prometen una próxima entrega.

Tal como el viaje en el Corredor de Kessel, Han Solo: Una historia de Star Wars es accidentada pero te hará divertirte y emocionarte.

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Título original: Solo: A Star Wars Story
Dirección: Ron Howard
Guión: Lawrence Kasdan & Jon Kasdan
Elenco: Alden Ehrenreich, Woody Harrelson, Emilia Clarke, Donald Glover, Thandie Newton, Phoebe Waller-Bridge, Joonas Suotamo & Paul Bettany.

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