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Maggie (Greta Gerwig) es una mujer que sueña con tener un hijo, pero ese objetivo es interferido por su incapacidad para enamorarse, así que decide realizarse una inseminación artificial y formar una familia ella sola. Durante el proceso de la inseminación, Maggie conoce a John (Ethan Hawke), un escritor que parece estar cansado de su vida y en especial de su arrogante esposa, Georgette (Julianne Moore). Maggie se enamora de John y la historia se convierte en un complicado e imprudente triángulo amoroso. A los fanáticos de Woody Allen les recordará a algunos de sus clásicos.

Una idea simple para una comedia romántica convencional, con el paso del tiempo se va transformando en algo completamente diferente. Los temas que abarca no se quedan dentro de la idea del amor y la familia ideal si no que salta fuera de estos y se vuelve una exploración y crítica realista de los sentimientos, manías, estilos de vida, metas, decisiones, ética y las relaciones humanas en la actualidad. Todo esto se logra con sutileza, con el guión de Rebecca Miller, haciendo una mezcla a la perfección la comedia y el drama, sin caer en tragedia o risas baratas, utilizando diálogos inteligentes, ironía, sátira y principalmente los personajes imperfectos, cada uno con sus propios problemas, bien construidos y desarrollados.

La razón por la que estos personajes funcionan es por las actuaciones, Greta Gerwig se desaparece dentro de Maggie, llevándonos de una mujer ingenua, gentil y ordenada a una desesperada y controladora mujer. Ethan Hawke inicia presentando a un hombre inteligente, ansioso y triste, para luego transformarse en un egoísta, despreocupado y dependiente. Julianne Moore es introducida como una mujer intimidante, egoísta y reservada, rápidamente deja ver que no es muy diferente a los demás, dependiente, solitaria y hasta amorosa. Bill Hader y Maya Rudolph interpretando a una pareja de pesimistas, logran encariñarnos con ellos, se roban muchas de las escenas más divertidas y nos dejan adentrarnos un poco en sus pensamientos al verlos sufrir las problemáticas de los personajes principales. Todos entregan actuaciones naturales que demuestran compromiso con sus personajes y los sentimientos que deben transmitir.

La fotografía es un aspecto que resalta, está predominada por los colores fríos, pero que no opacan a otros colores más cálidos, creando un ambiente de calma y tristeza. La belleza de la fotografía y sus colores se ve complementada por el diseño de los vestuarios, cada personaje tiene su estilo y colores particulares para vestirse, lo cuales reflejan perfectamente sus personalidades.

Así como cualquier película, tiene sus fallas; cerca de la mitad, la narración se tambalea, cambiando constantemente de puntos de vista, ritmo desigual y puede llega a ser repetitiva. Incluso con sus fallas, no se puede negar que Rebecca Miller entrega un producto original y entretenido, con el suficiente drama para conmovernos, la suficiente comedia para divertirnos y que al final, provocara al público a reflexionar las ideas presentadas. Una de esas películas que reciben atención menor a la que merecen.

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El Plan de Maggie (2015)

Título original: Maggie´s Plan
Dirección: Rebecca Miller
Guión: Rebecca Miller
Elenco principal: Ethan Hawke, Greta Gerwig, Julianne Moore, Bill Hader, Maya Rudolph, Travis Fimmel, Ida Rohatyn & Wallace Shawn.

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